El alemán Tony Martin, ganador de la contrarreloj de los mundiales en las tres últimas ediciones (2011, 2012 y 2013) y bronce en las dos anteriores (2009, 2010) y el francés Tony Gallopin, último exponente de una familia muy ciclista gala, se convirtieron en los grandes animadores de este domingo, en la llegada del Tour de Francia a Mulhouse y en la antesala del primer final en alto.
Martin (Omega Pharma QuickStep), por ganador de la etapa; un éxito, su primer triunfo de una jornada en línea en la ronda gala, que llegó tras una larguísima escapada. En un día de 170 kilómetros, Martin primero se coló en la numerosa fuga que comenzó a gestarse de inicio en Gérardmer, después rodó junto al italiano De Marchi (Cannondale) para abandonar su compañía a unos 60 kilómetros del final.
El alemán, un ciclista superlativo que desde su salto a profesionales (2005) no ha dejado de sumar victorias campaña tras campaña y que nunca ha cambiado "su chip", inició entonces la concreción de un éxito brillante que ya estuvo a punto de lograr en la Vuelta a España de 2013 camino de Cáceres. Exigido por un numeroso grupo lleno de intereses, y con un par de dificultades orográficas por delante, Martin se marcó una crono con esa constancia, persistencia y fiabilidad que solo puede exhibir un especialista en la lucha contra el reloj.
Gallopin (Lotto), por su lado, integrado en la gran fuga que pedaleó entre Martin y entre el pelotón, se aupó al liderato gracias a las rentas de tiempo en meta. Una brecha de la que le deberá agradecer buena parte al empeño del Europcar galo, una formación que metió hasta cuatro ciclistas en apoyo del impredecible escalador Pierre Rolland, octavo ahora en la general. No serían los únicos beneficiados, puesto que el portugués Tiago Machado (NettApp) también ascendió hasta la tercera plaza provisional.
Gallopin, tercer ciclista que viste de amarillo en esta edición de la ronda gala tras Kittel y Nibali, comenzará su defensa en la primera gran jornada montañosa del Tour: 161,5 kilómetros entre Mulhouse y el final en alto de La Planche des Belles Filles. Siete ascensiones en los Vosgos, y con el Petit Ballon, Platzerwasel y el durísimo Chevrères antes de la ascensión final. "Mañana será otra cosa, empieza mi Tour y veremos cómo están las fuerzas de cada uno. A ver como recupero de hoy, pero veo que hay gente fuerte", indica Alberto Contador.
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