El coraje de Juan Mauricio Soler

  • El vigente rey de la montaña se cayó en la primera etapa del Tour.
  • Con problemas en las muñecas y una cadera, llegó el último hoy.
Juan Mauricio Soler, poco después de verse involucrado en una caída en la primera etapa del Tour 2008 (EFE).
Juan Mauricio Soler, poco después de verse involucrado en una caída en la primera etapa del Tour 2008 (EFE).
EFE
Juan Mauricio Soler, poco después de verse involucrado en una caída en la primera etapa del Tour 2008 (EFE).

Desanimado, penando en cada pedalada, el colombiano Juan Mauricio Soler (Barloworld) dio una lección de perseverancia en la segunda etapa del Tour de Francia. Y todo porque el vigente rey de la montaña de la ronda gala llegó el último a la línea de meta, a siete minutos y 18 segundos del noruego Thor Hushovd.

Aquejado de problemas en la cadera y en la muñeca izquierda, Soler sufrió una caída a falta de menos de diez kilómetros de la primera etapa del Tour, por lo que padece una posible fractura del escafoides izquierdo y una distensión en la muñeca derecha.

Incapaz de sujetar el manillar correctamente y sufriendo para frenar, Soler tampoco puede ponerse de pie en la bicicleta, por lo que la fatiga y la acumulación de esfuerzos golpea su espalda. Hasta el último momento dudó si salir o no. Pero optó por el sí y, con dos visibles vendajes en ambas manos, el colombiano tomó la salida en la segunda etapa.

El último de la clasificación

Soler ocupa el último puesto de la general a 10:22 del líder, el español Alejandro Valverde. "El problema con esta lesión es que en la radiografía no aparece claro si hay fractura. Tenemos que esperar unos días para someterle a una nueva prueba. Si finalmente hay fractura tendrá que abandonar, si no, podrá continuar", dijo Alberto Volpi, director del equipo Barloworld.

El escalador colombiano

ya se retiró en el pasado Giro de Italia por culpa de otra caída que le dejó maltrecha una muñeca. Si el año pasado le consagró en la élite, éste está padeciendo una mala suerte fuera de lo normal. Pero hoy, camino de Saint Brieuc, dio una lección de pundonor.
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