Si el Manchester City ha podido levantar un título oficial ya este verano, en buena medida se lo debe a Kyle Walker y a una providencial acción defensiva. Corría el minuto 92 del partido por la Community Shield entre 'citizens' y Liverpool, y en el marcador había un 1-1, cuando Salah encaró la portería de Claudio Bravo.

El delantero egipcio quebró y disparó, pero el chileno lo rechazó como pudo. El rebote llegó a la cabeza del ariete del conjunto 'red' y lo mandó directo a la portería. La afición del vigente campeón de Europa prácticamente cantaba gol, cuando llegó en un espectacular sprint Kyle Walker.

Con una certera chilena y sobre la línea, el defensa inglés evitó un tanto que habría supuesto el 2-1 para el Liverpool.

Gracias a esta acción de Walker, el City sostuvo el empate que acabó derivando en una tanda de penaltis de la que salieron triunfantes.