Un remozado Recreativo afronta la temporada de su consolidación en la máxima categoría, ya que hasta ahora los onubenses habían logrado ascender en tres oportunidades a Primera pero en las dos primeras no fue capaz de mantenerse y la pasada campaña sí.

Si el pasado año, el club onubense apostó por las cesiones, esta campaña, sin tirar las campanas, ha optado por la adquisición de jugadores, por lo que ha efectuado un esfuerzo económico sin parangón, aunque no por ello ha abandonado la política de cesiones para completar una plantilla de cierta calidad y garantía para alcanzar el objetivo propuesto: la permanencia en la categoría.

Por ello, al finalizar la temporada, muchos jugadores retornaron a sus clubes de origen, como son los casos de López Vallejo, Javi Guerrero o Pablo Amo. Además, para hacer caja, traspasó al nigeriano Uche al Getafe y concedió la baja al canterano Cheli (que fichó por el Málaga).

Esto ha supuesto la contratación de jugadores como los porteros Sorrentino (AEK de Atenas) y Barbosa (Villarreal) y los defensas Martín Cáceres (Villarreal), Quique Álvarez (Villarreal) o Pampa Calvo (Boca Juniors).

También se han adquirido definitivamente los derechos del portugués Beto, que estaba cedido por el Girondins de Burdeos; los centrocampistas portugueses Carlos Martins y Varela (cedidos por el Sporting de Lisboa) y Marquitos (cedido por el Villarreal); y los delanteros Sinama Pongolle (que la pasada campaña jugó cedido por el Liverpool) y Camuñas (Xerez).