Quizás solo el tiempo dé una perspectiva real de lo que está haciendo este Real Madrid. Ser campeón de Europa dos veces seguidas es algo que solo habían logrado siete equipos (Bayern, Milan, Nottingham, Liverpool, Ajax, Inter y el propio equipo blanco). Y nadie en la era Champions. Pero hacerlo tres veces pertenece a equipos de leyenda: el Madrid de Di Stéfano, el Ajax de Cruyff y el Bayern de Beckenbauer.

Ese es el reto mayúsculo que tiene el conjunto de Zidane. Pasar a codearse con los más grandes de la historia. En Kiev espera un Liverpool que ha protagonizado un torneo espectacular, que tiene un tridente arriba repleto de talento y gol, y con un entrenador magnífico. Dicho esto, nadie duda que el gran favorito es el club blanco, y eso es lo que tiene que demostrar mañana en el NSC Olimpiyskyi de la capital ucraniana (20.45 horas, Antena 3 y Bein Sports).

Pese a la condición de favorito de los madridistas, no es el Liverpool precisamente un rival que traiga buenos recuerdos. El Real Madrid ha ganado sus últimas seis finales de la Copa de Europa, y la última que ha perdido fue, precisamente, ante los reds. En aquella ocasión, hace ya 37 años, un gol de Alan Kennedy, héroe inesperado del partido.

Solo han jugado los blancos cuatro partidos más ante el Liverpool, y dos de ellos fueron en una eliminatoria de Champions de infausto recuerdo para el club español. En 2009, ambos se midieron en octavos de final, y en el partido de ida el equipo entrenado entonces por Rafa Benítez venció por 0-1 en el Bernabéu. Antes de jugar en Anfield, Vicente Boluda, presidente madridista, dejó una expresión inolvidable al decir que el partido de vuelta sería «un chorreo». Lo fue, pero no para el bando que él quería, y el Liverpool aplastó a los de Juande Ramos con un durísimo 4-0.

Ha llovido mucho desde entonces, y ahora el Real Madrid es un equipo totalmente distinto. Bicampeón de Europa y, además, con una plantilla espectacular. La única duda que plantea la alineación de Zidane parece, salvo que el galo sorprenda a todos, quién acompañará arriba aRonaldo, si apostará por el temple de Benzema o por la fuerza de Bale. Isco parece ya indiscutible, y junto a Kroos y Modric, arropados por Casemiro, están llamados a dominar el partido. Su superioridad técnica ante el centro del campo rival es evidente.

El peligro del Liverpool está en el tridente formado por Salah-Firmino-Mane que a Cristiano le recuerda al que formó junto a Gareth y Karim. Eran otros tiempos, ahora la responsabilidad del gol es principalmente suya. Aroma a partidazo por el trono europeo.