20 años sin levantar una Copa de Europa. El club que más veces ha ganado este torneo, el Real Madrid, ha rozado en los dos últimos años la victoria en el máximo torneo continental, pero en ambas se quedó a las puertas, cayendo -contra pronóstico, además- en la final. A la tercera va la vencida, dicen, y esta nueva oportunidad es en casa. Madrid acoge una Final Four que apunta a una de las mejores de la historia.

Son muchos los que recuerdan aquella Final Four de 1995. El mejor juego interior de Europa, con el anotador Arlauckas y el gigante talento de Arvydas Sabonis, llevó al Madrid a la conquista de la Octava. Pero también tuvo buena parte de culpa un joven entrenador que a sus 35 años conquistaba su tercera Euroliga: Zeljko Obradovic.

El destino, siempre caprichoso él, ha querido que sea precisamente 'Mr Euroliga' el que dirija al primer rival del Real Madrid en la competición.

El plantillón del Fenerbahce parece pasar a un segundo plano al ver el palmarés de Obradovic, ocho veces campeón de la Euroliga ya. La primera la logró con el Partizán, luego llegó la conseguida con el Joventut, la del Madrid fue hace justo dos décadas y finalmente llegó su repóker de títulos europeos con el Panathinaikos. Pero lo cierto es que el equipo turco tiene un plantel que da más que respeto, casi miedo. Un anotador incansable como Goudoleck, Bogdan Bogdanovic, el exNBA Jan Vesely y el exBaskonia Bjelica, MVP de la Euroliga, son sus faros y los grandes peligros para los madridistas, y el bloque lo completan otros grandes jugadores como Ricky Hickman, Luka Zoric, Emir Preldzic u Oguz Savas. Contra los turcos juega la inexperiencia, es su primera Final Four (de hecho, la primera para el baloncesto otomano), pero para eso está Obradovic.

El Madrid afronta su tercera Final Four consecutiva tras la derrota en los dos partidos decisivos de manera consecutiva y lo vuelve a hacer confiado en su juego y en su estilo, el del baloncesto alegre y las anotaciones altas. Su derrota el año pasado le dejó inmerso en una depresión que les dejó sin Liga ACB, y la planificación para esta temporada ha sido distinta. Un inicio menos intenso para llegar a este momento del año en un buen momento. La Copa ya está en su bolsillo, pero el gran reto es conquistar la Novena 20 años después.

La tremenda plantilla del CSKA Moscú, posiblemente la más amplia y potente de la Euroliga, contra el mito de Spanoulis. Y, en la memoria, la final de hace tres años que los rusos tenían ganada (dominaban por 19 en la segunda parte) y que el genial base heleno dio la vuelta para una histórica remontada de Spanoulis.

El conjunto griego no aparenta tener el potencial de los otros tres equipos, pero te lleva el partido a su terreno, baja el ritmo, traba el encuentro. Y ahí te machaca, bien lo sabe el Barça, al que eliminó en cuartos.

Enfrente estará un CSKA con ganas de revancha y con un potencial devastador: Kirilenko, Teodosic, De Colo, Jackson, Fridzon, Weems, Khryapa, Hines, Vorontsevich y Kaun dan una variedad impresionante al equipo ruso.

Destacar solo a un jugador por equipo entre tanta estrella es tarea ardua, aunque en algún caso (Olympiacos) es evidente. Estos son los cuatro hombres a seguir en cada equipo:

- Bjelica (Fenerbahce): Brillar en un equipo con tantas estrellas tiene mucho mérito. Tras un primer año irregular en el Fenerbahce, este año el alero serbio ha demostrado el increíble talento que tiene y ha sido elegido MVP de la Euroliga.

- Spanoulis (Olympiacos): El base más determinante del baloncesto europeo en los últimos años. Pese a que Olympiacos parece contar con una plantilla inferior a la de sus rivales, año tras año Spanoulis se echa al equipo a sus espaldas. Dos de las últimas tres Euroligas llevan su firma.

- Rodríguez (Real Madrid): Es el talento, el ritmo, la clave de este Real Madrid. Muchos mirarán a Rudy, pero la clave de que los blancos logren la ansiada Novena reside en el acierto que tenga el Chacho en el torneo.

- Teodosic (CSKA): Otro base apunta a determinante en el torneo. Si está inspirado, es imparable, y su gran actuación en el pasado Mundial le ha devuelto a la élite europea. Gran inteligencia y enorme efectividad en el tiro para liderar a una escuadra llena de grandes nombres.