Un partido entre Real Madrid y Barça siempre deja mil y un detalles, pero después del vivido en la ida de las semifinales de Copa destaca la igualdad entre ambos equipos en el campo y la ausencia de grandes jugadas polémicas. El árbitro logró pasar desapercibido y poco o nada se hablará de él el día después en el bar.

- Diego López, titular. La lesión de Casillas obligó al Real Madrid a fichar a un portero deprisa y corriendo y la gran duda estaba en saber si sería Diego López o Adán el que defendería la meta blanca en el primer partido importante desde que ambos comparten vestuario.

Pese a que muchos defendían que debía ser Adán el que jugara, dado que le llegó a quitar el puesto a Casillas, finalmente el elegido fue Diego López, que estuvo impecable durante todo el partido.

- Duelo Cristiano - Messi: Llegaban como las grandes estrellas del partido y ninguno de los dos fue capaz de marcar. El madridista rondó el gol en varias ocasiones, pero no estuvo acertado, mientras que el argentino fue sometido a un estricto marcaje por los centrales y los medios del Real Madrid. Sorprendente ver un clásico sin un gol de ninguno de los dos mejores jugadores del mundo.

- Mourinho: Esta vez hubo más aplausos en el graderío que pitos para José Mourinho cuando se escuchó su nombre por la megafonía. Parece que el Bernabéu quiso hacer piña ante el eterno rival.

- El mechero. Piqué quiso entregar al árbitro un mechero que cayó desde la grada después de que evitara un gol de Cristiano, pero Puyol se lo quitó de las manos y lo lanzó a la banda para evitar polémicas.

No obstante, Clos Gómez se percató de la situación y la incluyó en el acta del partido. "En el minuto 66, aficionados situados detrás de una de las porterías lanzaron un mechero al terreno de juego sin causar daño a ningún participante", indicó el árbitro, que también incluyó entra las incidencias el uso de punteros láser.

- Varane, partidazo. En su primer clásico, el francés se doctoró con un auténtico partidazo. Rápido al cruce, elegante y con buena salida de balón, su velocidad salvó al Madrid más de una vez. El gol fue el colofón perfecto a una actuación que nunca olvidará.

- Sin sancionados: Había varios jugadores apercibidos de sanción, pero ninguno de ellos vio una amarilla. Preocupaba especialmente Cristiano Ronaldo, pero el luso no fue amonestado.