El Real Madrid lleva 1.000 días como campeón de Europa. Un trío de Champions Leagues consecutivas que les han mantenido como reyes del continente durante tres años.

Un trienio en el que el mundo ha seguido girando y los acontecimientos se han ido sucediendo con una constante inalterable: el Madrid levantando la orejona.

Desde el 28 de mayo de 2016, Estados Unidos ha pasado de tener de presidente a Barack Obama a ver cómo Donald Trump es el inquilino del despacho oval. Del mismo modo que en España se ha vivido una transición de Rajoy a Pedro Sánchez, moción de censura mediante, y antes de que otro equipo le arrebate el trono al Madrid (o no), es posible que en la Moncloa habite el tercer presidente en tres años (o no).

Cuando Sergio Ramos levantó la copa hacia el cielo de Milán, Reino Unido aún no había decidido mediante referendum salir de la Unión Europea y aún faltaba más de un año para que en Cataluña se montaran su propia votación al estilo DIY ('Do it yourself', hazlo tú mismo).

En estos tres años, un presidente estadounidense -Obama-, visitó Cuba por primera vez en 88 años; el mundo se puso patas arriba con la publicación de los 'Papeles de Panamá'; y Hollywood se echaba las manos, y la vergüenza, a la cabeza con el escándalo Weinstein.

Los Juegos Olímpicos llegaban por primera vez a Latinoamerica, Tarragona acogía unos juegos Mediterráneos y España ganaba, gracias a Regino Hernández, la primera medalla en unos Juegos de Invierno 26 años después.

1.000 días. 24.000 horas. 1.440.000 minutos. Un tiempo en el que más de 1.378 políticos corruptos han sido procesados, casi el mismo número de películas rodadas en todo el mundo, aproximadamente 1.540.

Cuando el Real Madrid sólo tenía diez Copas de Europa, España no conocía a Rosalía, ni La Casa de Papel, ni se volvían locos grabándose quietos para cumplir con el Mannequin Challenge. Stranger Things sólo era la manera de decir en inglés 'cosas extrañas'.

Fidel Castro seguía vivo. Y Mohammed Ali. Y Tom Petty.

Los Chicago Cups aún llevaban 108 años esperando volver a conquistar las Series Mundiales, LeBron James no había llevado aún a los Cavaliers a la gloria del anillo único y Vinícius sólo tenía 15 años.

España todavía era la vigente campeona de Europa, con Vicente del Bosque aún al mando. Cuatro seleccionadores después, el Madrid sigue siendo campeón de Europa.