Además de los ganadores del oro del último Mundial de baloncesto, los jugadores de la selección española son los mejores embajadores del juego de la pocha.

Con este juego de naipes, nuestros 'chicos de oro' han pasado horas y horas de su tiempo libre en las concentraciones, algo que probablemente ha contribuido a la unión del grupo que formaron el pasado verano, en el que las canciones con un toque de humor también tuvieron un importante papel.

De hecho una de sus estrellas, Jorge Garbajosa, que acude como jugador invitado en este Europeo, ha dicho recientemente que "el mayor aliciente que tengo para ir al Europeo es para no perderme ninguna partida de pocha".

Tres partidas antes de la gran final pudieron tener algo que ver en su victoria. Por eso, cuando el oro ya era de ellos, lo celebraron en el centro de la moderna pista del estadio de Saitama (Japón) haciendo como que jugaban una partida...

Las claves del juego

Durante este Europeo, la baraja española no faltará en las bolsas de nuestros jugadores. Si tú tienes la tuya, aquí tienes las bases de este sencillo juego, similar al tute.

A la pocha pueden jugar de 3 a 9 jugadores. Se emplea la baraja española, de 40 cartas, que se ordenarán de mayor a menor (As, tres, rey, caballo, sota, siete, seis, cinco, cuatro y dos). Cada carta de esta serie gana a todas las que estén a su derecha, y pierde frente a todas las que tiene a su izquierda.

Según el número de jugadores existe un número determinado de rondas y en cada ronda se reparte un número determinado de cartas. El objetivo es acertar las bazas que uno va a llevarse con las cartas que le han tocado en cada ronda.

Una baza es una ronda en que todos los jugadores tiran una carta a la mesa por turnos. Sólo una carta se impondrá entre todas las de la mesa y ese jugador será quien gane la baza.

El sentido para fijar puestos, para dar las cartas y jugarlas es siempre el contrario al de las agujas del reloj. Tras decidir quien comienza a barajar se reparten las cartas. El número de cartas a repartir y el de rondas a jugar depende del número de jugadores.

Primero se juegan tantas rondas de una baza como número de jugadores haya. Después se aumenta el número de cartas por baza, de una en una, hasta llegar al máximo de cartas que se pueden repartir. Con ese número de cartas se juegan tantas rondas como jugadores haya. Una vez finalizadas, va disminuyendo de uno en uno el número de cartas por baza hasta llegar a una.

Si el número de cartas por jugador no fuese exacto se eliminarían los doses y los cuatros siguiendo el siguiente orden: espadas, bastos, copas y oros.

En cada mano, el que reparte dará a cortar la baraja al jugador situado a su izquierda y repartirá las cartas a cada jugador. Tras eso, cogerá otra del mazo dejándola boca arriba para marcar el triunfo.

Repartidas todas las cartas, el triunfo se marcará por la carta que el jugador desee, sin haberla visto previamente o, en su defecto por la última carta repartida. El jugador que reparte irá rotando hacia la derecha en cada mano.

Las apuestas, una de sus gracias

Previamente a jugar las cartas, cada jugador tiene que decir, en función de las cartas que tiene, cuántas bazas cree que se va a llevar.

El último en anunciar el número de bazas que cree que se llevará (el que reparte) nunca podrá decir un número tal que sumado a los números anunciados por sus rivales sumen el número de bazas totales de esa mano, este número será el número de cartas repartidas a cada jugador. Para que nunca todos los jugadores puedan acertar en sus previsiones.

Modo de juego

Inicia el juego el jugador que esté a la derecha del que ha repartido, echando una carta que dejará descubierta sobre la mesa.

Los demás deberán echar una más respetando las reglas siguientes:

- Si el jugador al que le toca echar carta tuviera una del palo con que se inició la baza, deberá echarla superando el valor de las que ya hay sobre el tapete de ese palo.

- Si no tuviera carta del palo de inicio para superar el valor de las que allí hubiera, pero tuviera de valor inferior, deberá echarla igualmente.

- Si no tuviera ninguna carta del palo de inicio, deberá echar un triunfo (una carta del palo que pinta) si este fuera de valor superior al de otro triunfo que hubiera echado un adversario.

- Si no tuviera un triunfo con el que superar la baza que ya estuviera sobre la mesa, podrá echar la carta que quisiera (sea triunfo o no).

- Si tuviera más de una carta del palo de inicio y la baza estuviera ganada en ese momento por un triunfo que hubiera tirado un tercero, el jugador podrá optar por la que quiera (no estará ya obligado a aumentar el valor de las que hubiera del palo de inicio)

Quién gana cada baza

Gana la baza la mayor carta jugada del palo de triunfo y, en su defecto, la carta más alta del palo de salida.

El jugador que gana la baza recoge las cartas que la forman, dejándolas junto a sí. Inicia la baza siguiente el jugador que ganó la anterior, que jugará una carta cualquiera, continuando los demás por orden riguroso de izquierda a derecha en la forma ya explicada.

Existen manos en las que el modo de juego se realiza de manera diferente:

- En las indias, cada uno se pone su carta (que no ha mirado) en la frente, y pide bazas según la carta de los demás.

- En subastados no se pinta una carta, sino que pintará el que más bazas pida. Primero cada uno pide sin decir el triunfo para ver quien pide más, y luego otra vez, sabiendo que pinta. En caso de que dos o más pidan igual número de bazas, pintará el que esté situado más a la derecha del jugador que haya repartido.

- En las manos de oros el triunfo siempre es oros.

La puntuación de las bazas

Una vez completadas todas las bazas de una mano, y cuando los jugadores se han quedado sin cartas, se procederá al recuento de los puntos en función de los aciertos.

Cada jugador llevará 10 puntos si adivinó el número exacto de bazas que se iba a llevar. Además, los jugadores que hubieran acertado en su previsión se llevarán 5 puntos por cada baza ganada en esa mano.

Los jugadores que no hubieran acertado el número de bazas que iban a llevarse se llevaran 5 puntos negativos por cada baza de diferencia (tanto por exceso como por defecto) entre lo previsto y lo realmente conseguido.

Si el triunfo en esa mano fueran copas, la puntuación conseguida valdría doble y si fueran oros, triple.

El final de la partida

Este mecanismo dentro de cada mano se repite hasta completar el número fijado de manos, arrastrando el tanteo de una mano a la siguiente. Resultará vencedor el jugador que tuviera la puntuación más alta en el momento de finalizar el cómputo de la última mano.

En caso de que se produzca un empate al final de la partida, se jugarán manos entre los dos primeros, repartiendo todas las cartas y pintado oros, hasta que se deshaga el empate.