Este pasado domingo quedó claro que el fútbol no es ajeno a la política: el duro enfrentamiento que mantienen el Gobierno y el PP a cuenta de la lucha antiterrorista llegó a los campos del fútbol.

Dos pancartas, de signo completamente opuesto, pudieron verse en el estadio Vicente Calderón y en el Camp Nou.

En el Calderón , el grupo "ultra" del Atlético de Madrid, el Frente Atlético, exhibió una enorme pancarta (ocupaba todo el fondo sur del estadio) en apoyo de las víctimas del terrorismo y en contra del etarra José Ignacio De Juana Chaos, en huelga de hambre desde el pasado mes de noviembre.

"De Juana: 25 razones para morirte de hambre. El Frente con las víctimas del terrorismo", era el mensaje de los "ultras" del Atlético.

Con Oleguer

Un poco antes, en el Camp Nou pudo verse otra pancarta, junto a una bandera independentista catalana, en apoyo a Oleguer, el jugador del Barcelona que esta semana protagonizó la polémica de la semana al publicar un artículo en el que cuestionaba la actuación del Estado en el "caso De Juana".

"Oleguer estamos contigo" era el mensaje, en catalán, en una pancarta mucho más modesta.

A Oleguer sus opiniones políticas le han costado el patrocinio de Kelme.

Contra el Racing, sólo jugó cuatro minutos. El técnico ayudante de Frank Rijkaard, Johan Neeskens, quiso dejar claro que la decisión de dejar en el banquillo a Oleguer había sido "deportiva" y recordó la amplitud de la plantilla azulgrana.

Ya en la víspera, el entrenador holandés defendió "la libertad de expresión" de todo el mundo, pero consideró lógico que en este caso se produzca el efecto acción-reacción.

No es la primera vez que en el fútbol español la "guerra de las pancartas" toma las gradas.

Hace años, Guus Hiddink, por entonces entrenador del Valencia, obligó a retirar una pancarta por su contenido filonazi.

En otra ocasión, los seguidores "ultras" del Real Madrid simularon con un muñeco el ahorcamiento de un periodista deportivo, además de amenazarlo de muerte en otra enorme pancarta.