Pablo Cuevas superó la primera ronda de Wimbledon tras vencer al bosnio Damir Dzumhur en un duro partido que se alargó hasta los cinco sets y en el que el uruguayo mostró sus dos caras. El sudamericano explotó en varios momentos del partido, aunque también dejó golpes increíbles y terminó imponiéndose por 4-6,7-6, 2-6, 6-4 y 6-2.

El primer ataque de ira se produjo durante el segundo set, cuando Cuevas perdía 1-0 en sets y cedía 4-2 en la segunda manga. “Vete a lavarte las bolas”, se gritó a sí mismo tras mandar la bola a la red.

Aún con el marcador en contra, el sudamericano falló un resto y volvió a gritarse: “No, no, no. ¡Por favor! ¡Sácame de aquí”.

La descarga de su ira le ayudó a sacar el partido adelante, pues remontó y dejó dos auténticas perlas en el quinto y definitivo set. La primera, tras ganar un punto golpeando la pelota de espaldas y desde el fondo de la pista.

El segundo golpe que puso en pie a los asistentes al partido se produjo inmediatamente después, cuando Cuevas se lanzó de cabeza para volear y consiguió apuntarse el tanto.