Otra decepción más

Un gol de Soldado salvó al Madrid en la recta final ante un Osasuna que jugó 70 minutos con diez.
Guti pelea por un balón con el osasunista Valdo.
Guti pelea por un balón con el osasunista Valdo.
HIDALGO/EFE
Guti pelea por un balón con el osasunista Valdo.
Esta vez la ayuda divina no bastó. En el día del Señor, el Madrid de Juan Ramón López Caro fue incapaz de rezar los padrenuestros suficientes para tumbar al hasta ayer colíder de la competición doméstica. Sólo un verdadero Soldado, que jugó el sábado con el Castilla, de la fe evitó el ocaso total en el Coliseo blanco.

Ni jugando contra diez futbolistas (Puñal fue expulsado al cuarto de hora por un codazo sobre el brasileño Roberto Carlos) el conjunto blanco rompió la tela de araña que tejió el mexicano Javier Aguirre.

En medio de un mar de faltas e interrupciones, Beckham y Ronaldo intentaban reconciliar al equipo con el Bernabéu, mientras que el Osasuna, a la chita callando, estaba atento a ver lo que pillaba.

En tromba

En la reanudación, el Madrid salió en tromba y convencido de sus posibilidades con un jugador más. De nuevo Ronaldo, cuyo disparo sacó la defensa navarra bajo palos, se inventó la mejor ocasión. A renglón seguido, el brasileño Baptista remató un centro que Ricardo envió a córner. Agazapado, Osasuna esperó su ocasión hasta que llegó. Un despiste merengue lo aprovechó Milosevic para poner en ventaja a los navarros. Fue entonces cuando López Caro se acordó de los ‘pavones’ y sacó a Soldado.

Pase de Zidane

A poco para terminar, el delantero estuvo listo y empujó a la red un pase de Zidane. De ahí al final, un poste y poco más. Respiró el lebrijano, sobre el que «esta semana decidiremos sobre su continuidad», dijo ayer Butragueño, vicepresidente blanco.

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