Jesús Navas, el niño que regateaba charcos

  • El sevillista ha superado su cuadro de ansiedad.
  • Aunque prefiere ser cauto, ante la posible llamada de la selección.
  • "Estoy dando los pasos poco a poco y tengo que tomármelo con calma".

El pasado domingo en el  Pizjuán Marcelo no paraba de pedir la hora. Demasiado sufrimiento en 90 minutos. El lateral izquierdo del Real Madrid sentía escalofríos cada vez que el extremo diestro del Sevilla le buscaba con la mirada.

El internacional con Brasil era un simple entretenimiento para Jesús Navas, ese ‘diablo’ de 23 años, de ojos claros y cara de niño, que se ha convertido en la sensación del fútbol español.

"Lleva tres años siendo el mejor extremo de España, lo que pasa es que el lío que le hizo a Marcelo ha tenido mucha repercusión porque ha sido frente al Real Madrid. Es como si tienes un traje y lo colocas en un escaparate de Armani. Llama más la atención», comenta a 20 minutos Pablo Blanco, director de la cantera del Sevilla.

Blanco recuerda el primer día que vio a Navas. "Había llovido en Sevilla y el campo estaba encharcado. En realidad fui a fichar al portero (Wilfred), pero Jesús me impactó. Era su segundo año de cadete y parecía infantil. Cogía el balón y era el más rápido, el más hábil y el que tenía mejor golpeo. Ese día se regateó hasta los charcos", cuenta.

"Era el mejor, pero me dijo el presidente de Los Palacios, Manolete, que como era muy pequeño nadie quería ficharlo".

Sin embargo, el genio tenía un problema. Sufría continuas crisis de ansiedad motivadas, sobre todo, por su alejamiento del entorno familiar."Lo que le agobia es lo que rodea al fútbol", dice Pablo Blanco. Desde 2005, las concentraciones con España y con el Sevilla fueron un martirio para Navas, que se refugió en El País de Nunca Jamás, donde nunca se crece.

Quiere pegar el estirón

Incluso su presidente, José María del Nido, pidió al entonces seleccionador nacional, Luis Aragonés, que no le convocara. Ahora, parece que esta especie Peter Pan se ha decidido a pegar el estirón y vestir la elástica roja, aunque mantiene la prudencia: "Jugar en la selección es lo máximo, pero hay que dar los pasos adecuados. Estoy dando los pasos poco a poco, y tengo que tomármelo con tranquilidad".

Un chico tímido y de familia estable

Pablo Blanco es una de las personas que mejor conoce a Jesús Navas y afirma que "siempre lo he visto bien". Lo define como un chico "tímido" que "no habla mucho".

"Sin embargo, cuando Jesús se pasa por el club va saludando por los pasillos a todo el mundo. Es una persona encantadora". Blanco destaca que el extremo derecho sevillista "vive en un entorno muy adecuado para él" porque "tiene una familia estable, que es muy querida en su pueblo". "Siempre iba con su hermano Marcos, que también estuvo jugando en el Sevilla y ahora milita en el Guadalajara", recuerda.

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