Jesús Navas, el futbolista con más proyección del Sevilla, sufre continuas crisis de ansiedad.

Pese a sus 170 cm de estatura y sus 60 kilos de peso, el talón de Aquiles de Jesús Navas no está en su físico.

De apariencia frágil –su ex entrenador Joaquín Caparrós le puso una dieta a base de bollería para que engordara–, el extremo derecho de Los Palacios (Sevilla) lleva tres temporadas en Primera demostrando que su calidad y rapidez son suficientes para medirse a cualquier rival.

El problema radica en su cabeza. A sus 20 años, Navas sufre continuas crisis de ansiedad motivadas, sobre todo, por el alejamiento de su entorno familiar.

El pasado martes fue la última. El canterano no partió con la plantilla a Isla Canela (Huelva). En 2005, el jugador también abandonó la concentración de los de Nervión en Cartaya (Huelva) y, semanas antes, hizo lo mismo con la sub-21, lo que lo privó de jugar el Mundial sub-20.

¿Le costó el mundial?

Al amigo íntimo de Saviola este problema podría haberle costado su convocatoria para el recién acabado Mundial de Alemania.

Es vox pópuli que Luis Aragonés, seleccionador nacional, quería convocar a Navas, y sólo la petición expresa de José María del Nido, presidente del Sevilla, evitó que el jugador de Los Palacios vistiera la elástica del combinado nacional.

4 preguntas a...

David Peris. Profesor del Máster en Psicología del Deporte de la UNED

1 ¿Por qué surgen las crisis de ansiedad en el fútbol?

Hay muchos motivos, pero el más común es que el futbolista no puede controlar su entorno al no cumplir con las expectativas que su ambiente le exige.

2 ¿Cómo se combate?

En estos casos es conveniente que el deportista aprenda que puede fallar. Hay estrategias psicológicas que pueden ser muy eficaces.

3 ¿Son nuevas en el fútbol este tipo de lesiones?

Los problemas psicológicos están presentes no sólo en el mundo del fútbol, sino también en la sociedad en general. La psicología ha mejorado el rendimiento de muchos deportistas de alto nivel.

4 ¿Cuáles son las más comunes?

Los aspectos relacionados con el estrés son los que más perjudican al funcionamiento deportivo.