El Valladolid lo ha conseguido. A pesar de que partía con ventaja tras la victoria de la ida (1-0), tenía enfrente a un Primera División que jugaba en casa.

Pero los de Mendilíbar no sólo no se amilanaron sino que, conforme avanzó el encuentro, y a pesar de que el Nástic igualó la eliminatoria en el minuto 18, los blanquivioletas crecieron en calidad, concentración y acierto.

Podría decirse que la primera parte fue de los locales, aunque hubo momentos de mucha igualdad y el Valladolid, poco a poco, fue ganando terreno al equipo catalán.

El descanso reanimó al Valladolid

En la segunda parte la cosa cambió, y los blanquivioletas salieron dispuestos, no sólo a empatar, sino a casi golear. Aun así, el Nástic tuvo momentos en los que puso a prueba a Asenjo, aunque no fue más que un espejismo.

En una jugada a balón parado, Óscar empató el duelo y, tan sólo un minuto después, Álvaro marcó el segundo tanto pucelano. Esto terminó de descomponer a un Nástic que aún tuvo que soportar una sentencia de manos de Mario. El Valladolid ya se había hecho dueño del campo y merecedor del pase a octavos de la Copa del Rey.

1. Nástic Alvaro, Serrano, D. García, Matellán, Marco, Generelo, Morales (A.Buades, min. 61), Campano (J. Díaz, min. 61), Ismael (Makukula, min. 31), Cuéllar y Portillo.

3. Valladolid Asenjo, Asier, Mario, Bea, Marcos, Hernández, Borja (Baraja, min.75), Chema, Alvaro (Rafa, min 83), Oscar y Toché (Losada, min. 67).

Goles 1-0 (min. 18): Portillo; 1-1 (min. 60): Oscar ; 1-2 (min.61): Alvaro y 1-3 (min. 74): Mario.

Árbitro Iturralde González(Colegio Vasco). Amonestó a Marcos y Buades.