Con ilusión y sin miedo, así se enfrenta esta motera toledana (Talavera de la Reina) al difícil mundo del motociclismo. "Mi abuelo me dice que les deje pasar y que no me haga daño, pero no le hago caso".

En un deporte practicado en su mayoría por chicos y en el que rara vez se habla de ellas, María Herrera (12 años) está dando más de un quebradero de cabeza a sus rivales, todos ellos chicos, al margen de Pakita Ruiz, la otra chica en su categoría. "Prefiero adelantar a un chico, porque ellos son mucho más competitivos que nosotras", confiesa entre sonrisas, «pero son simpáticos conmigo, no se enfadan por ello».

Una afición paterna

La pasada semana concluyó segunda en Cheste, en la última carrera de la Cuna de Campeones Bancaja 2008 (quinta en la clasificación final), en la categoría XL 80, ante niños que tienen entre 10 y 14 años. Con indignación confiesa sus errores: "Si no me hubiera caído en las últimas carreras, habría sido segunda. El año que viene mejoraré".

Su sueño es claro y conciso: "Quiero llegar al Mundial y ser la primera chica en ganar en MotoGP". Habla algo nerviosa ante la atenta mirada de sus padres, responsables directos de su afición al motor. "Siempre hubo motos en casa y así es más fácil".

Bautista, su ídolo

Más allá de la rivalidad de las carreras y del talento innato, la inspiración le viene de la tierra donde vive y se entrena, junto a Álvaro Bautista, campeón del mundo de 125cc y viejo conocido de la Cuna. "Álvaro es mi piloto favorito. Me anima muchísimo", confiesa.

Junto a Pakita y Mª Ángeles, tres son las chicas que ha competido en las cinco categorías de la escuela. La premisa es la de "fomentar la igualdad entre los niños para promocionar a los talentosos", indica Julián Miralles, director de la Cuna.

De esta forma, se beca a los mejores para hacer más llevadero el difícil y largo camino hacia el Campeonato de España o el Mundial de Motociclismo.

"Una ilusión cara"

Es una de las sensaciones que se respira en el box de la Cuna. La falta de patrocinadores y ayudas para todos obliga a los padres a sufragar cuantiosos gastos. "Seguiremos hasta que aguante el dinero", confirma Jerónimo Vidal, entrenador del campeón de MiniGP, David Sanchís. "Es complicado seguir, incluso logrando resultados positivos". Y es que una plaza de piloto en la Cuna de Campeones asciende a 5.500 euros, reduciéndose a la mitad en el caso de ser becado.