El circuito de Montmeló acoge este fin de semana la cuarta prueba del Mundial de Fórmula 1, la primera en el continente europeo. El GP de España será además un banco de pruebas para las escuderías, que llegan cargadas de evoluciones para sus monoplazas. Éstas son las características del trazado barcelonés:

Aerodinámica

Es el factor clave porque las curvas de Montmeló son muy exigentes para la aerodinámica de los monoplazas. Los equipos utilizan una carga elevada para ser rápidos en las numerosas curvas del circuito, sin perder adherencia. El Renault de Fernando Alonso ha mostrado un importante déficit aerodinámico en las tres primeras carreras, pero ahora estrenará nuevos componentes, que pueden hacerle recortar esa desventaja. La cubierta de motor en forma de aleta de tiburón es una de ellas.

Suspensiones

Renault, que estrena su amortiguador de inercias en esta carrera, montará unas suspensiones rígidas en las ruedas delanteras para responder con rapidez a los continuos cambios de dirección. En la parte trasera, los reglajes serán más blandos para mejorar la tracción en la salida de las curvas.

Motor

Sólo se pisa al máximo el acelerador durante el 62% de la vuelta y por lo tanto, Montmeló no puede considerarse un circuito exigente con los propulsores.

Neumáticos

Las numerosas curvas rápidas provocan un importante desgaste de los neumáticos, especialmente del delantero izquierdo. Bridgestone proporcionará sus compuestos duro y medio.

Estrategia

Una buena calificación es fundamental porque es muy complicado adelantar en carrera. Montmeló es el circuito donde más entrenamientos de pretemporada realizan todas las escuderías y no existen secretos para ninguna. Todos los equipos dan el máximo y saben exactamente en qué vuelta parar en boxes.