Lleva un cuarto de siglo corriendo maratones y a sus 55 años está a punto de culminar un gran reto: ganar los seis más importantes del mundo en categoría sénior (mayores de 50). Nueva York, Tokio, Boston, Berlín y Chicago ya le han visto cruzar primero la meta. Solo le falta Londres y lo intentará este domingo tras quedar segundo el año pasado.

¿Cómo afronta los últimos días antes de Londres?

Lo importante ahora es mantener la forma y llegar sin ningún tipo de problemas musculares ni articulares. Me centro de en la hidratación, la alimentación y las horas de descanso. Soy optimista, pero Londres es el maratón más exigente del mundo porque van todas las figuras: Kipchobe, Bekele, Mo Farah… En mi categoría estará Mohamed El Yamani, el atleta que me ganó el año pasado, y la competencia será muy alta.

¿Cambia mucho la preparación de un maratón a los 55 años?

Hay mucha diferencia cuando eres un atleta joven y chisposo a cuando eres un carca que después de hacer un entrenamiento exigente necesitas dos días de descanso activo. En mi época de profesional podía dar unas zancadas muy fuertes y al día siguiente volver a darlas. Ahora es imposible porque la musculatura no lo aguanta. Hay que cuidar la recuperación porque cualquier esfuerzo extra puede llevar al garete tu preparación.

¿Las rodillas son la parte más delicada de un maratonista?

En mi caso los problemas vienen un poco de los gemelos y los tendones de Aquiles. Tengo que tomar suplementación alimenticia, como colágeno y demás, para intentar que se mantengan. Sé que ya no van a mejorar, pero tengo que intentar mantenerlas.

¿Si gana en Londres dejará los maratones?

Ni pensarlo. Si gano me tomaré un respiro, pero buscaré algún otro reto: maratones de montaña, exóticos... maratones que me seduzcan porque los haré por placer.

Placer y maratón no congenian demasiado...

Sí, hay una paradoja en disfrutar sufriendo, pero es una paradoja que se da en todos los atletas que conozco. Cuanto más sufren parece que más disfrutan en las carreras.

¿El sufrimiento es adictivo?

No es una droga, pero sí es una adicción. No sé si son las endorfinas, que te hacen sentir más feliz, pero correr te engrandece y te sube la autoestima.

¿Hay una edad límite para correr un maratón?

No, no hay. Mientras se tenga vida y salud, se puede seguir corriendo. Hay atletas que están corriendo con 90 y 100 años. Lo importante es intentar mantenerse porque cada año que pasa pierdes calidad física y pierdes unos segundos o, incluso, minutos en tus marcas.  Cuando cumpla 70 años, en vez de perder un minuto por año, igual pierdo diez.

¿En qué piensa cuando está corriendo un maratón?

Me meto mucho en la carrera. Sobre todo en la primera hora estudio a los rivales y pienso siempre en positivo: si uno suda mucho pienso que no llegará a la meta o que se puede deshidratar, si otro bota demasiado al pisar pienso que va a perder mucha energía... voy descartando rivales en mi mente para llegar fuerte al final.

¿Cuál es el momento más complicado de la carrera?

Mucha gente dice que el kilómetro 35, pero yo creo que es el 32, justo cuando te quedan 10 para la meta. Es el momento decisivo, cuando te puede venir el hombre del mazo, ese bajón físico que te puede dejar noqueado.

¿Qué consejo le daría a un novato?

A un atleta le diría que no le tenga miedo, pero que lo respete. Que se entrene porque el maratón le va a enseñar sentimientos que desconoce de él mismo.

Se dan casos de muerte súbita, ¿el cuerpo manda alguna señal antes de desfallecer? Creo que la muerte no avisa a nadie en ningún aspecto de la vida, pero sí te puedo decir que cuando vas muy al límite, un poco deshidratado y ves que te acaloras, tienes un poco la sensación de estar saboreando sangre. Te dices a ti mismo, tengo que bajar un poco el ritmo porque puede pasar cualquier cosa.

¿Cómo repone fuerzas en carrera?

Siempre hay que hidratarse bien y yo tengo preparados en los kilómetros 23 y 33 dos geles de glucosa, que también llevan un poco de cafeína, para mitigar un poco la sensación de fatiga y mantener alerta los niveles de concentración.

¿Es suficiente con ingerir líquidos en un maratón?

En mi caso, con líquido es suficiente porque sé que voy a tardar 2 horas y 30 minutos, pero un atleta popular que puede tardar 4 horas ya tiene que empezar a pensar en líquido y alimento sólido como pueden ser frutas o frutos secos.

¿Y qué es lo primero que hace al cruzar la meta?

Lo mas aconsejable es beber y que te den un masaje linfático, que es muy suave, porque la destrucción muscular ha sido considerable, pero a mí lo que me apetece al llegar es una cerveza fresca y amarga. Después de tomar bebidas isotónicas en carrera, lo que realmente me apetece, más que bebidas azucaradas, es una buena cerveza.