"No volveré a boxear. He perdido el deseo. Quiero ahora vivir mi vida, fumar un cigarrillo sin esconderme, en la calle, en la parada de un autobús, ser yo mismo. Mi vida fue una locura, pero ahora estoy muy feliz", dijo Tyson.

"Estuve en tu barrio (Villa Fiorito), y es muy parecido al mío. Venimos de lugares similares, dicen todos. Algunos dicen que somos algo excéntricos, pero somos buena gente también", acotó.

Tyson preguntó a Maradona cuántos hijos tiene y el astro argentino respondió "dos hijas, Dalma y Giannina". El boxeador norteamericano indicó que él tiene seis, "dos muchachos y cuatro muchachas".

Al referirse al boxeo, Tyson dijo: "salí de una alcantarilla y llegué lejos. Hubo algunos problemas, pero lo pasé bien igualmente".

"No creo que pueda enseñar a boxear. No lo voy a hacer. Hay que ser una persona especial para entrenar a otro. Hay que dedicar todo el tiempo a la otra persona. No creo que esté listo para eso, y tampoco estoy seguro para qué estoy preparado en este momento", comentó.

Añadió que tras la muerte de su apoderado Cus D'Amato sólo combatió por dinero y que tuvo ganas de dejar el boxeo. "Perdí el corazón", afirmó.

Juan Sebastián Verón, el futbolista del Inter que Maradona quiere en la selección argentina que participará en el Mundial de Alemania 2006 y que nunca fue convocado por el seleccionador José Pekerman, el ex jugador del Real Madrid Fernando Redondo y el cantante español Enrique Iglesias fueron otros de los invitados.