El Manchester United ha comenzado mal la pretemporada. No conoce la victoria en cuatro partidos y después de tres empates ha sufrido una derrota muy dura ante el Liverpool (4-1). El entrenador, José Mourinho, ya había avisado la víspera que el partido iba a ser desigual: por un lado, el primer equipo del Liverpool, y por el otro, un United repleto de jóvenes. “Este no es nuestro equipo, nuestra plantilla. La mayoría de los que han jugado no van a jugar más. Algunos de ellos ni siquiera van a pertenecer a esta plantilla”, dijo al acabar el partido.

Tras la goleada, Mourinho no tuvo reparos en criticar a sus jugadores e incluso a la directiva. El mercado de fichajes cierra el 9 de agosto en la Premier League, y mientras que sus grandes rivales no escatiman en fichajes, el United sólo ha incorporado tres jugadores: el portero Lee Grant (Stoke City, 1,7 millones de euros), el lateral portugués Diogo Dalot (Porto, 22 millones) y el mediocentro brasileño Fred (Shakhtar Donetsk, 59 millones).

“Me gustaría tener dos jugadores más. Creo que no voy a tener dos. Quizás tenga uno más. Entregué una lista al club con cinco jugadores que me interesan y espero tener uno por lo menos. Si no es posible, seguiremos luchando, trabajando y creyendo en los que tenemos”, se queja Mourinho.

El entrenador portugués también criticó el comportamiento de algunos jugadores, con nombre y apellido. “Martial tuvo un bebé, hermoso y con salud, gracias a Dios. Pero él debe estar ya aquí y no está”. Mourinho señaló también a uno de los capitanes, Antonio Valencia, que se lesionó unos días antes de comenzar la pretemporada: “Solo espero que los chicos que se vayan de vacaciones se cuiden un poco y hagan lo que han hecho compañeros como Rashford y Jones, que volvieron antes”.

El portugués dio las gracias a los aficionados del United que les apoyaron en Michigan, pero aprovechó para lanzar un nuevo dardo a los suyos: “El ambiente era genial, pero si yo fuera ellos, no habría venido. No hubiera gastado mi dinero para ver a estos dos equipos. En el Chelsea - Inter la gente prefirió ir a la playa y el estadio estaba vacío”.