El de Maitane Azpeitia, 21 años cumplidos el lunes, es el último nombre de la última ola del necesitado atletismo español, savia nueva que han rejuvenecido durante 2009, entre otros, el velocista Alberto Gavaldá, el saltador Ignacio Cáceres o los lanzadores Borja Vivas y Javier Cienfuegos.

Hace siete días Azpeitia, tras volar 13,55 m, se proclamó campeona nacional en pista cubierta de triple salto y fijó una nueva plusmarca promesa. Un regalo con antelación.

"Soy muy competitiva y creo que sé responder en los campeonatos", afirma la de Oiartzun, lastrada por unos problemas en sus talones que, desde enero, no le permitieron entrenarse.

De hecho, sus primero saltos fueron en Valencia. "Pero el atletismo es así: hay ocasiones que trabajas duro, te encuentras como nunca y aparece un ‘algo’ que no te deja brillar en la competición. Otras, sin embargo, no esperas nada por las lesiones y las cosas salen". La mínima para los Europeos de Barcelona (13,75 m), quimérica antes, es "más factible".

Sin embargo, la guipuzcoana, afincada en Barcelona y estudiante de Empresariales, "no disfrutó con el salto". "Suena raro –reconoce–, pero no llegué bien a la tabla y tuve que buscar soluciones sobre la marcha para alargar el salto. Otras veces, en el aire, tienes una sensación como si fluyeras... Y es una gozada".

De la altura al triple

Azpeitia practicaba en la ikastola el salto de altura. "Pero comenzó a entrenarme Ramón Cid, que en su día fue triplista, y me dijo que por qué no probábamos. En mi segunda experiencia gané el campeonato de Euskadi en categoría cadete y en la tercera, una medalla en el Nacional de la categoría".

En Valencia, la guipuzcoana del Club Atlético San Sebastián y apoyada por la Fundación Kirolgi, también compitió en longitud y acabó quinta (6.07 m).