Képler Laveran Lima Ferreira, 'Pepe' (26-02-83, Maceió, Brasil), ha pasado de ser 'el de los 30 millones' a ser el central de moda tras su exhibición en el Camp Nou ante el Barcelona. Regresa a escena en Copa del Rey para seguir creciendo, con la intención de cumplir su sueño: "Llegar a ser como Hierro".

Pregunta: Después del partido del Camp Nou, ¿debo llamarle Pepe o Don José?

Respuesta: Pepe (risas). Hace mucho tiempo Pepinho, pero ahora un partido no va a cambiar mi nombre.

P: ¿Cómo nace el nombre de Pepe llamándose Képler?

R: Era muy pequeño cuando mi padre me puso Pepinho porque tenía un nombre complicado de pronunciar. Cuando comencé a jugar al fútbol mi primer entrenador decía que siendo tan alto no tenía sentido y me puso Pepe. Siempre me gustó.

P: ¿Qué le impulsó a dejar Brasil e iniciar su carrera en Portugal hasta decantarse por su selección?

R: Hasta los 18 años me formé en Brasil, lo cambié por Portugal donde me hice futbolista profesional. Mi familia entera se vino conmigo, estaba mi novia, fueron claves para adaptación y crecimiento. Soy brasileño pero escogí la selección portuguesa como agradecimiento a un país que me dio todo, para devolver el cariño que me dieron las personas que tanto hicieron por mi. Gracias a ellos he podido cumplir mi sueño de jugar en el Real Madrid.

P: ¿Cómo es Pepe como persona?

R: Muy tranquilo, casero, una persona que disfruta del tiempo libre para compartirlo con su familia. Sonrío siempre porque agradezco mi salud, mi ilusión por la vida que tengo.

P: ¿Cuál es el mejor consejo que le han dado como futbolista?

R: Sé buen profesional, escucha siempre a los veteranos y si te gusta el fútbol disfruta de él sin pensar en el dinero, que vendrá de forma natural.

P: ¿Quién fue su ídolo?

R: Fernando Hierro y los centrales brasileños Antonio Carlos y Ricardo Gómez. De Hierro admiraba su profesionalidad, su carácter, el peso que tenía en el Real Madrid. Tenía mucha clase, me encantaba como sacaba el balón desde atrás.

P: Llegó con el cartel de 'Pepe el de los 30'.

R: Las personas quieren que los jugadores que llegan al Real Madrid tengan mucho nombre y peso en el fútbol mundial. Sé que salí del Oporto, un equipo medio de Europa, y que tenía que trabajar mucho para cambiar el pensamiento de la gente. He creído siempre en mi valor, el club también y he tenido tranquilidad para trabajar sin pensar en el dinero que costé. Poco a poco la gente se olvida de lo que se pagó por mí y se fijan en mi forma de jugar.

P: Desde que se fue Hierro parecía que el Real Madrid vivía una maldición de centrales. ¿La conocía?

R: Siempre pensé que no era posible hasta que comencé a jugar y vi lo complicado que es ser central del Real Madrid. Fabio (Cannavaro) me dijo "Pepe esto es el Real Madrid" y no lo olvido nunca. Desde Hierro no ha habido un central igual. Sueño con llegar a ser como él, pero me falta mucho para demostrar mi valor. No quiero engañar a nadie. Continúo con mi humildad diaria para ganarme un espacio. La maldición se acaba con comunicación y compañerismo.

P: ¿Es el partido del Camp Nou uno de los mejores de su carrera?

R: Sí, lo igualo a mi estreno con Portugal, en un partido muy complicado para clasificarnos para la Eurocopa. Venía de una lesión larga y ante Finlandia jugué muy bien. Son dos partidos importantes en mi carrera. Pero mi vida sigue igual, nada ha cambiado. La gente me felicita por la calle, siento el mismo respeto.

P: ¿Cuál es su mejor cualidad?

R: Jugar con felicidad.

P: ¿Con qué jugador está más cómodo como pareja de central?.

R: Me encanta jugar con Fabio, es buenísimo. También me gustó hacerlo con Bruno Alves en el Oporto, congeniaba bien con él.

P: ¿Es Iker Casillas el mejor portero del mundo?

R: Seguro, es increíble lo que hace en el campo de fútbol y fuera es una gran persona, un buen compañero. Me alegro por su récord. Es bueno para el equipo. Es un ejemplo para todos, lleva mucho tiempo en la elite y sigue haciendo más historia.