Holanda se dio al fin una alegría. Y no una cualquiera. Un partido de los 'oranje' ante Alemania no es un duelo cualquiera. Y ganarlo con un marcador abultado (3-0) sabe casi como un título, sobre todo viendo el historial más reciente de los neerlandeses, que siguen mejorando de la mano de Ronald Koeman.

Alemania hincó la rodilla en el Amsterdam Arena, rebautizado con el nombre de Johan Cruyff. El equipo de Joachim Löw no frena su caída. Tras caer en la fase de grupos del Mundial de Rusia 2018, la UEFA Nations League no ha comenzado nada bien para ellos: empate en casa ante Francia en la primera jornada y, ahora, este varapalo.

Alemania comenzó dominando y probó pronto a Cillessen, que paró los pies a Müller. Poco antes Werner también había tenido la suya. Sin embargo, fue Holanda la que abrió el marcador a la media hora tras un saque de esquina. El envío de Memphis fue cabeceado por Babel al larguero. El balón tocó en Neuer y acabó en otra cabeza, la de Van Dijk, que no perdonó.

En la segunda parte, Löw buscó soluciones. Sané y Draxler agitaron al equipo, pero el gol siguió sin llegar. Hummels había estado a punto de empatar nada más volver del descanso, con un remate que Babel salvó sobre la línea de gol. Volvió a dominar a Alemania, y volvió a fracasar en su camino al gol.

A poco del final, un balón perdido por el centro del campo alemán lanzó la contra de Holanda. Quincy Promes se escapó por la derecha y dejó a Memphis mano a mano ante Neuer. El delantero, con gran frialdad, decidió el partido, aunque no cerró el marcador. Eso lo hizo Wijnaldum en el segundo de los tres minutos de descuento. El jugador del Liverpool retrató a Boateng con un slalom y se abrió paso para batir a Neuer. El final alemán fue calamitoso, ya que tras el 2-0 Memphis también estrelló un remate en el larguero.

Tras las dos primeras jornadas del grupo, Francia es líder con 4 puntos, por 3 de Holanda y sólo 1 de Alemania.