Lewis Hamilton no quiere que ni Fernando Alonso ni Kimi Raikkonen se le suban a la chepa después de su abandono en China y ayer les mandó un recado: «Aguanto bien la presión. He vivido antes situaciones parecidas y sé que puedo soportarla sin problemas».

El líder del Mundial, molesto por no haber sentenciado en Shanghai, se permitió arrebatar el apodo de hombre hielo a Raikkonen, que es como se conoce al finlandés dentro del paddock: «A Kimi se le llama el hombre de hielo, pero creo que yo también tengo esas características. Ya he olvidado la carrera de China».

Con sus palabras, Hamilton, líder del Mundial, con cuatro puntos de ventaja sobre Alonso y siete sobre Raikkonen,  quiso dejar claro que se considera el principal candidato para ganar el título dentro de once días en Brasil.

Le cuesta rematar

Pero el optimismo de Hamilton podría ser sólo fachada. Adrián Vallés, probador de Spyker, compitió con el inglés la pasada campaña en GP2 y afirma que su rendimiento «bajó» en las últimas carreras: «Empezó muy fuerte, sin errores, y aunque al final ganó el título, acabó cometiendo algún fallo». El domingo pasado, Hamilton abandonó en China por un error de pilotaje.