El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, se ha mostrado convencido de que su equipo tendrá que marcar este martes al menos un par de goles para clasificarse para las semifinales de la Liga de Campeones, pese al 0-0 logrado en San Siro y, que por tanto, no le sirve otra cosa que la victoria.

"El análisis es muy simple: quien gane, pasará a semifinales, así que no tenemos más remedio que ganar el partido", ha declarado Guardiola, quien intuye que el Milan marcará en el Camp Nou y que, por lo tanto, un empate con goles dejaría fuera de la siguiente ronda al equipo español.

"Hemos de plantear el partido pensando que el rival puede hacerte un gol sin mucha dificultad. Es un equipo que defiende muy bien su área y tiene un contraataque muy fuerte, y debemos ser conscientes de que nos pueden enviar a casa", ha señalado el técnico del conjunto catalán.

Por todo ello, Guardiola cree que el objetivo de su equipo es "crear ocasiones de gol" desde el primer minuto y "no especular" ni con el juego ni con el resultado.

Para lograr doblegar el conjunto italiano, el técnico azulgrana ha apuntado las claves: "Es vital el juego posicional y el desequilibro en diversas zonas del campo".

A su jugadores les dirá "que disfruten, que no especulen, que no se dejen nada, que ataquen" y, si finalmente caen eliminados, igualmente estará satisfecho, porque "el éxito es poder luchar para estar por quinto año consecutivo en las semifinales de 'Champions', un éxito mayúsculo".

Sobre la posible baja de Xavi, que este lunes no se ha entrenado por una molestias en un sóleo, Guardiola se ha mostrado cauto: "Mañana (martes) le haremos una prueba a ver cómo se encuentra. Él no quiere perderse el partido, pero si no puede jugar, saldrá otro".

También ha hablado sobre Leo Messi y el hecho de que, en siete enfrentamientos contra equipos italianos, solo ha podido marcar un gol, y además de penalti.

"Es que los italianos son muy bravos y defienden muy bien, pero no lo provoquéis mucho que ya sabéis cómo es. A ver si os va a quitar la razón", ha contestado, entre risas, a los periodistas italianos.