Wayne Rooney está disfrutando de la vida en Estados Unidos, quizá en exceso. El ex delantero del Manchester United, hoy en el DC United de la MLS, está siendo más noticia por sus problemas matrimoniales que por sus goles. Ha sido cazado con una camarera, la última de muchas infidelidades en un entorno en el que hay más alcohol del aconsejable.

Un exfutbolista que también transitó por esos peligrosos caminos fue otro ex del United, el irlandés Keith Gillespie. Miembro del equipo que formaron Beckham, Giggs, Scholes, Neville o Savage que ganó la Youth Cup de 1992, su mala cabeza le impidió triunfar como parecía que podía.

En una columna de opinión en 'The Sun', el ex delantero le da algunos consejos recordando su propio caso. "Perdí millones en las casas de apuestas. Jugadores como nosotros dos actuamos antes de pensar las posibles consecuencias", rememora. "Me pillaron en la cama con mujeres. Dilapidé 7 millones de euros y me divorcié. Por favor no cometas los mismos errores que yo", le suplica en el texto.

Según Gillespie, ahora es el momento de que Rooney anteceda a su mujer y a sus hijos en las prioridades de su vida: "Nosotros hacemos lo que nos da la gana porque tenemos dinero y todos quieren estar con nosotros. Sé de lo que hablo porque he vivido noches salvajes de sexo y alcohol. Wayne ha descubierto lo fácil que es tener mujeres a su lado y ellas son peligrosas para los futbolistas... lo he vivido en mis carnes", dice el norirlandés, no sin cierto tono machista.

Gillespie, retirado desde 2013, pide a Rooney que aprenda a manejar esas situaciones de la manera más correcta, que no es la que ahora está viviendo el delantero del DC United: "Sus hijos y su mujer recogerán los trozos de la vida de Wayne cuando se rompa y por eso tiene que cuidarlos y ponerse en manos de especialistas, porque aún está a tiempo de solucionar el problema. Es un gran tipo y no merece que le suceda lo mismo que a mí", insiste.