Pau Gasol amargó el regreso a las pistas del chino Yao Ming, la gigantesca estrella de los Houston Rockets, de 2,26 metros de altura, que ayer volvió a vestirse de corto después de 21 partidos lesionado. El ala-pívot catalán, soberbio en defensa, contribuyó con once rebotes y dos tapones a difuminar la actuación de la torre asiática y permitió que los Grizzlies amarraran la victoria en el Fedex Forum de Memphis por 86-77. «No he estado acertado en los tiros a canasta, pero he hecho, como el resto del equipo, un partido de lucha y entrega que nos permitió superar a un rival muy complicado», explicó Gasol, autor de 16 puntos; uno más que el pívot chino. El español también dio cinco asistencias.