Siete años después de su victoria en este torneo, temporada en la que también llegó a ser número uno del mundo, el español Juan Carlos Ferrero sucumbió ante la potencia del holandés Thiemo de Bakker y sus dolores en la rodilla izquierda, en la primera ronda del Masters 1.000 de Madrid, por 2-6, 7-5 y 6-4.

"Esto es un problema, la situación está chunga, es difícil aceptarlo. Si los dolores siguen todo el año, en Valencia anunciaré que lo dejo. La situación es difícil, pero voy a aguantar. Ha sido una operación difícil, que se ha complicado más de lo que parecía. A la rodilla le cuesta aguantar, hay muchos torneos que hay que estar muy bien físicamente, para tener resultados", aseguró en rueda de prensa.

Ferrero accedió al torneo gracias a una invitación especial (figura esta semana en el puesto 73) del mundo, y con 31 años y dos meses se ha convertido en el jugador español más veterano de los que se encuentran en activo.

Con 15 títulos, uno en Roland Garros en 2003, y otra final en París en 2002 contra Albert Costa, el de Onteniente se agarra todavía a su experiencia y a una segunda juventud que quiere prolongar, a pesar de sus operaciones en la muñeca derecha y la rodilla izquierda el año pasado, pero hoy admitió que si la rodilla no le funciona acabará su carrera en Valencia, a partir del 30 de octubre, en el torneo del que es copropietario junto con David Ferrer, y que un día aspira a dirigir.

Dueño de un hotel, con una academia de tenis y copropietario del torneo ATP 500 en Valencia, Ferrero ve ya su futuro encaminado. Su vuelta a la Caja Mágica después de dos años, y sobre todo tras su incorporación al circuito hace dos semanas en Barcelona, donde alcanzó los cuartos de final, no era fácil. De Bakker, de 22 años, exnúmero uno del mundo júnior, venía de la fase previa y ya le había vencido en la Ciudad Condal el pasado año en el único enfrentamiento entre ambos.

El holandés juega al tenis como si fuera "ping-pong", con saque profundo y potente, alguno a 207 kilómetros por hora, y contumaz derecha, profunda y al ángulo, sin desmerecer la dejada, con la que atormentó a Ferrero, que al final, mortificado por su rodilla, se quedó sin piernas. La altitud de Madrid favoreció además a De Bakker, y como llovió, el techo de la central Manolo Santana se cerró, lo que benefició aún más al holandés.

De Bakker hizo diez saques directos, los dos últimos seguidos para cerrar el partido, y saludar después, golpeándose con su raqueta el pecho a su entrenador, Raemon Sluiter. El jugador de La Haya impidió así un duelo español en la segunda ronda, y se medirá ahora con uno de los mejores amigos de Ferrero y compañero de muchos entrenamientos, Guillermo García López, clasificado ya desde el domingo, al derrotar al suizo Stanislas Wawrinka.

También perdió sus opciones Albert Montañés, al caer contra el ucraniano Sergiy Stakhovsky, por 7-6, 3-6 y 7-6, mientras que en el cuadro femenino, dos de las mejores opciones españoles se quedaron en ilusiones, pues Anabel Medina, que venía de ganar el torneo de Estoril el sábado, e invitada especial en Madrid, desperdició una bola de partido y cayó ante la checa Lucie Safarova, por 6-2, 2-6 y 7-6 (3).

El español Daniel Gimeno Traver, que procede de la fase previa, protagonizó una de las sorpresas de la jornada del Masters 1000 de Madrid al remontar ante el francés Richard Gasquet (3-6, 6-4 y 6-3) y clasificarse para la segunda ronda de la competición.

El jugador valenciano, 61 del mundo, frenó a tiempo el dominio de su adversario, decimosexta raqueta del circuito, con seis títulos en su historial, el último el de Niza el pasado año cuando también jugó las finales de Gstaad y Sydney.