España defiende su trono en el Mundial de Brasil con el desafío de pasar a la historia del fútbol

Los jugadores españoles celebran el segundo gol conseguido ante Italia, durante la final de la Eurocopa 2012 de fútbol que disputan en el estadio Olímpico de Kiev.
Los jugadores españoles celebran el segundo gol conseguido ante Italia, durante la final de la Eurocopa 2012 de fútbol que disputan en el estadio Olímpico de Kiev.
EFE
Los jugadores españoles celebran el segundo gol conseguido ante Italia, durante la final de la Eurocopa 2012 de fútbol que disputan en el estadio Olímpico de Kiev.

Para España este será un Mundial inolvidable. La primera vez que lo empieza como campeón. Cuatro años después del gol de Iniesta en la prórroga de la final en Sudáfrica, 'la Roja' llega a Brasil también como doble campeona de Europa. En los tres últimos grandes eventos en los que la selección española ha participado (no, la Confederaciones no es un gran torneo), se ha llevado la copa.

Estos tres títulos hacen que la importancia del torneo vaya más allá de la victoria. Levantar la copa en Río el 13 de julio convertiría a España en la mejor selección de la historia del fútbol. Así de rotundo. Solo dos países han sido bicampeones del mundo: Italia (1934 y 38) cuando el torneo aún estaba en pañales, y Brasil (1958 y 62), pero la 'canarinha' no logró ganar ninguna Copa América en ese periodo, fue un dominio mundial, pero no continental como si sucede en el caso español.

Es también un examen al fútbol de toque, el que ha dominado con puño de hierro los campeonatos de selecciones en los últimos años. España lleva una selección veterana, con la base de la que fue campeona en Sudáfrica (16 jugadores repiten) y la cita será la última oportunidad para una generación irrepetible, inolvidable. Son muchos los que creen que los jugadores españoles ya no están al nivel de anteriores citas y los que dudan de su estado de forma actual, pero los Xavi, Casillas, Iniesta, Torres, Villa, Ramos, Silva, Cesc, Xabi, Cazorla, Albiol y Reina, jugadores todos que ya estaban en la Euro 2008, se resisten a decir adios a la selección y quieren coronarse como leyendas.

El camino, desde luego, será de todo menos fácil. Para empezar una primera fase durísima con la subcampeona del mundo (Holanda), la emergente selección de Chile y la, a priori, menos fuerte selección de Australia. Si se supera, esperarán rivales temibles en el camino.

La poderosísima Alemania, la Argentina de Messi, la anfitriona y para muchos favorita Brasil, la siempre competitiva Italia, Portugal liderada por Cristiano, la talentosa e imprevisible Francia o la joven Inglaterra son a priori los mayores rivales de España en la lucha por el título, pero conviene no olvidar a otras selecciones pujantes como Bélgica, Colombia, Croacia, Uruguay o las africanas, que llevan varios años cerca de conseguir un logro importante.

Brasil albergará 64 partidos, 48 de la primera fase y 16 en eliminatoria directa. Es la gran fiesta del fútbol, un torneo que solo se disputa cada cuatro años y que todo futbolista tiene marcado en rojo en su calendario. El 13 de julio coronará a un campeón. ¿El mismo que en 2010? Soñemos.

En el país del fútbol no todos quieren el Mundial

Brasil, el país del fútbol. La selección con más Mundiales en su poder, única pentacampeona. La tierra de la samba, las playas, la alegría, los carnavales. El sitio perfecto para celebrar un campeonato del mundo del deporte rey en el globo. En teoría, al menos.

La Copa Confederaciones abrió los ojos al resto de países, que observaron cómo había en los ciudadanos brasileños inquietudes más allá de 'su' deporte. El ensayo mundialista se llenó de protestas de 'indignados', con manifestaciones millonarias, que rechazaron la celebración del evento futbolístico por antonomasia al considerar que el país tenía cosas más importantes en que gastar el dinero. Según diversas encuestas, casi la mitad de la población se muestra actualmente en contra de la celebración de la Copa del Mundo.

Las autoridades se han visto obligadas a gastar cientos de millones de euros en reformar estadios, adaptarlos a las exigencias de la FIFA y acondicionar las zonas en las que se alojarán los 32 equipos que participarán en el evento, mientras que los protestantes reclaman que se ha descuidado la educación, la sanidad y el transporte.

A esto hay que sumar los retrasos en las obras y los numerosos problemas organizativos. A pocos días del Mundial, el estadio que albergará este jueves el partido inaugural entre Brasil y Croacia (el Arena Corinthians de Sao Paulo) aún no estana del todo acabado. También hay aeropuertos a medio remodelar, instalaciones para medios de comunicación incompletas, red de telecomunicaciones precarias y muchos problemas con la red de transportes. Brasil no estaba preparada para albergar un Mundial, y se ha notado.

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