El Celta pasó por encima a un Barcelona que nunca dio muestras de plantarle cara y que tuvo en la defensa su talón de Aquiles en Vigo.

En la goleada, al menos dos de los cuatro goles fueron por errores directos de la defensa culé, muy blandita durante todo el partido, como se reflejó en el primer gol local.

En el segundo vigués, Gerard Piqué perdió el esférico y dejó que el delantero celtiña enfilase la portería de Ter Stegen para batirle con una cuchara preciosa para éxtasis de Balaídos.

Ni siquiera cuando marcó el brasileño Neymar el 3-1, a diez minutos del final, hubo dudas para el Celta, que respondió dos jugadas después con el 4-1 del sueco John Guidetti, también con error de Gerard Piqué, como en el 2-0 anterior del club gallego, en su vuelta a la competición de Liga tras cuatro partido de sanción.

El 4-1 final es la mayor goleada encajada por el Barça desde la temporada 2007/08, cuando el Madrid también le endosó un 4-1 en el Santiago Bernabéu. Además, es la tercera vez que los de Luis Enrique meten cuatro goles.