El Real Madrid jugó su mejor partido de pretemporada frente a la Roma. Coincidencias aparte, el día en el que el Madrid vistió de color 'coral' es el día en el que el conjunto blanco jugó como un equipo más que nunca.

Y es que Lopetegui le ha dado una versión más alegre a un conjunto campeón. Con permuta constante de posiciones y una presión sin balón incansable, el Real Madrid enseñó una imagen que hace tiempo que no se veía. Bajo la imposibilidad de poner una posición clara a cada jugador de ataque, muchos fueron, sin embargo, los que llegaron a posiciones de remate. Todos se ofrecieron y cada uno de ellos fue capaz de elegir bien la opción de jugar en corto o cambiar el sentido.

Una concatenación de variantes que ante la Roma han dejado entrever lo que será este Real Madrid. Y en la virtud de eso está saber que por mucho que se pueda prever, el equipo de Lopetegui es indescifrable. Porque Asensio juega unas veces de nueve y otras tantas de interior. Del mismo modo que Benzema ayuda en la elaboración y Bale marca un gol de 9 puro para acto después ayudar al lateral en tareas defensivas.

Total libertad para unos jugadores que a la hora de presionar estuvieron ante la Roma perfectamente sincronizados. El Real Madrid más coral que nunca que sigue igual de intratable que siempre.