Sebastian Vettel ha pasado de ser el gran favorito al título a no depender de sí mismo para conseguir, al menos, una victoria. El alemán ha acabado detrás de su máximo rival, Lewis Hamilton, en cinco de las seis últimas carreras, lo que le ha mandado a 50 puntos por detrás.

Esta racha ha llevado a múltiples debates: ¿es mérito de Mercedes, que ha llevado mejores evoluciones, o demérito de Ferrari? En este sentido, el bajón de los de Maranello ha llegado justo cuando la FIA ha metido mano en su coche. Concretamente, introdujeron un segundo sensor para medir la entrega de potencia desde las baterías al motor. Casualmente, desde ese momento, Vettel ya ha dejado de tener el mejor coche.

Aunque las mediciones de la Federación no encontraron ninguna ilegalidad, decidieron mantener ese sensor doble en los monoplazas rojos... y desde entonces, Ferrari está por detrás de Mercedes. "Acordamos con la FIA trabajar conjuntamente con ellos para facilitarles la adición de un segundo sensor, pero eso no cambia en ningún caso el rendimiento de nuestro coche", ha asegurado Maurizio Arrivabene, jefe de la Scuderia, ante las suspicacias que ha levantado.

El máximo responsable del equipo italiano niega la mayor: no han perdido rendimiento con Mercedes. "Tenemos datos que lo confirman. En la recta estuvimos claramente por delante en Singapur y en Rusia más o menos igual que Mercedes. Donde hemos perdido es en las curvas lentas, nada que ver con la velocidad punta", especificó ante los medios.

Pese a ello, Ferrari afronta el GP de Japón por detrás de lo que les gustaría. Acabaron el viernes de libres con ocho décimas de desventaja frente a un Hamilton con la confianza por las nubes.