La llegada de Solari, el 29 de octubre, pareció revertir una situación muy negativa con el anterior entrenador, Julen Lopetegui. Llegaron las victorias (cuatro seguidas) y aunque el juego no era para nada bueno, los resultados avalaban al argentino, que mantenía las opciones en Liga del Real Madrid y metía al equipo en octavos de la Champions como líder de grupo. La guinda fue el Mundial de Clubes en diciembre, justo antes del parón navideño.

Pero el regreso de las vacaciones ha devuelto a la realidad a los blancos, inmersos en una crisis que parece no tener fin. Casi dos meses y medio después, la sensación es que conSolari no ha cambiado nada, y que el equipo está en una caída libre sin freno que no parece tener solución, al menos para lo que queda de temporada. Son muchos los problemas, y muy difíciles las soluciones.

El brasileño está siendo señalado como el gran culpable de muchos de los goles que recibe el Real Madrid. Jugador al que le cuesta coger la forma, las constantes lesiones que ha sufrido esta temporada han acrecentado sus problemas, y se ve que físicamente no puede hacer frente a sus rivales.

Que es el punto más débil de la zaga blanca no pasa desapercibido. Alguacil, técnico de la Real Sociedad, dijo tras el partido en el Bernabéu que "intentamos aprovechar la tarjeta y el físico de Marcelo".

El lateral izquierdo no tiene un relevo natural en la plantilla, pues Theo salió cedido ante su flojo rendimiento, pero el canterano Reguilón lo ha hecho muy bien siempre que ha salido y Solari podría darle más minutos mientras Marcelo coge su mejor forma.

El trío de centrocampistas titulares ha acaparado numerosos elogios en los últimos años, pero ante la carencia goleadora del equipo, no tiene solución. Exento de esa responsabilidad Casemiro como pivote defensivo, se espera más tantos de Kroos y Modric, pero no llegan.

La solución en este caso es más que complicada, pues el estatus del alemán (lesionado para unas dos semanas) y del croata es de absolutamente indiscutibles, y con sus posibles relevos (Ceballos, Valverde) pasa algo parecido. El que sí puede ver peligrar su puesto es el brasileño, pues Marcos Llorente aprovechó muy bien su baja. A la vuelta de la lesión del canterano, habrá una dura batalla por ser el mediocentro defensivo del equipo blanco.

Cada uno por distintos motivos, pero lo cierto es que casi todos los jugadores de ataque blancos están teniendo una temporada decepcionante.

Gareth Bale estaba llamado a ser el líder, pero sus constantes lesiones se lo impiden. Juega con miedo y partidos como el de la semifinal del Mundial son más bien la excepción que la norma; Marco Asensio parecía destinado a tomar el relevo de Cristiano, pero su temporada está siendo mala, y sus declaraciones diciendo que él no tenía que tirar del carro no ayudaron; Isco ha pasado de indiscutible con Lopetegui a tener un papel marginal con Solari; Mariano llegó como solución arriba y ha aportado poco, en parte por las lesiones; y Lucas Vázquez es un jugador demasiado limitado como para ser titular indiscutible en un equipo como el Madrid. Curiosamente, el mejor está siendo el eternamente discutido Benzema.

Vinícius, más viendo su partido ante la Real, puede resolver algunos de los problemas. Y habrá que ver cuál es el papel del recién llegado Brahim Díaz. Sin embargo, ambos son muy jóvenes (18 y 19 años) y bien haría el club en plantearse la llegada de algún refuerzo en el mercado invernal.

Dos semanas después de sustituir a Lopetegui "provisionalmente", el club blanco ratificó a Solari haciéndole un contrato hasta el año 2021. Pese a ello, los resultados mandan, y si la tendencia sigue siendo así de negativa, que nadie descarte un relevo en el banquillo blanco.

Sus recientes declaraciones ("no hay que subestimar los empates") y sus decisiones deportivas no le ayudan.