Los '7 pecados capitales' del desastroso Barça en París

El jugador del París Saint Germain Edinson Cavani (2-d) celebra después de anotar el cuarto gol de su equipo.
El jugador del París Saint Germain Edinson Cavani (2-d) celebra después de anotar el cuarto gol de su equipo.
EFE
El jugador del París Saint Germain Edinson Cavani (2-d) celebra después de anotar el cuarto gol de su equipo.

Los signos que indicaban que el Barcelona no andaba fino irrumpieron en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el París Saint-Germain, que desarboló a los azulgranas (4-0) y les condenó a una remontada épica en el Camp Nou para poder jugar sus décimos cuartos de final consecutivos.

Sin ritmo, sin personalidad, sin recursos, sin la aparición de sus estrellas, el equipo español fue intrascendente ante un pletórico PSG, muy superior en cada línea.

Queda el partido de vuelta, que tendrá que ser muy distinta si los culés quieren pasar la eliminatoria.

En París, estas fueron algunas de las claves de la debacle azulgrana.

Un equipo sin personalidad. Este Barça ya no es el que maravilló en Europa los últimos años. Sin una identidad de juego propia, ante el SPG quedó plasmado que no siempre se puede recurrir al tridente, en París totalmente anestesiado.

Falta de ritmo. Volvieron al once de Luis Enrique Andrés Iniesta y Sergio Busquets, pero mostraron que todavía no están al nivel que exige un duelo de estas características. Los más habituales no distaron mucho de sus dos compañeros.

Nula reacción. Un equipo desarbolado por el rival que encajó dos goles antes del descanso y que empeoró, aún más, su versión en la segunda mitad, encajando otros dos.

Messi, desaparecido. Apenas tocó una quincena de balones y no disparó a puerta ni una sola vez. Cuando faltaban 5 minutos para el descanso, Messi perdió un balón frente a Rabiot en la zona peligrosa y el parisiense, como una exhalación, acertó a servir a un Verratti, que vio solo a Draxler en la banda derecha. El alemán, que debutaba con el PSG en la Liga de Campeones, no tuvo piedad de su compatriota Ter Stegen.

Emery gana en la táctica. En 23 partidos anteriores solo le había ganado una vez, con el Sevilla. En el duelo táctico, Emery apostó por centrar sus cañonazos en la banda derecha del Barça. Por ahí desgastó a los de Luis Enrique, que había optado por cubrir a Sergi Roberto con André Gomes en lugar de apostar por Ivan Rakitic.

Brillaron los parisinos.  Esta vez brilló el contrario. El PSG fue muy superior en cada línea, sustentado en un enorme Matuidi en el centro del campo y con un Ángel di María que se marchó con un doblete completado por un tanto del alemán Julien Draxler y otro del uruguayo Edinson Cavani.

No la suerte acompañó. Dentro del desastre, el Barça tiró de orgullo durante ciertos momentos, pero tampoco acompañó la suerte. Umtiti pudo reducir las distancias en el minuto 84, pero su cabezazo se estrelló en un poste. Y poco más hizo el Barça para maquillar el desastre.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento