La tensión de los 95 minutos que duró el partido entre Real Madrid y Bayern se notó en las caras y festejos en el vestuario del Santiago Bernabéu. El propio club ha compartido en sus redes sociales un vídeo en el que se ve cómo los futbolistas no sólo lo celebran, sino que se dan la enhorabuena por lo conseguido.

Uno de los primeros detalles que deja este 'insider' en el vestuario blanco es el cansancio y el sufrimiento que pasaron. Lo expresa Luka Modric con un elocuente "¡Madre mía!", mientras se echa mano a la cabeza y la agacha, derrengado por el esfuerzo hecho. No en vano, todos los jugadores dieron el máximo, pero especialmente un Keylor Navas a quien todos, empezando por el propio centrocampista croata, felicitaron por su actuación, clave para la consecución de la clasificación.

Sergio Ramos fue uno de los más efusivos. Después de celebrar con los fans en su grada, el capitán va uno por uno chocando las manos con sus compañeros, además de fundirse en un abrazo con Zinedine Zidane, que ha logrado el más difícil todavía como entrenador del Real Madrid. El capitán es uno de los jugadores con mayor ascendencia sobre el equipo, y de su estado anímico suele depender muchas veces el estado de sus compañeros.