En la Fórmula 1 también tienen cabida las mujeres. Una de ellas, Carmen Jordá, será esta temporada piloto de desarrollo de la escudería Lotus. Un "sueño cumplido " a medias —"lo será cuando me suba al monoplaza"—, pero que es un primer paso en este cerrado mundo del automóvil profesional. Ilusionada y con ganas de "aprender al máximo", la española afronta su primera temporada en el gran circo que está a punto de arrancar. Modelo y piloto, ella lo tiene claro: "Me quedo con el mono".

¿Un sueño cumplido?

Sí. Llevo diez años en el automovilismo y, la verdad, se puede decir que es un sueño prácticamente cumplido.

Porque el gran reto está por venir...

Sí, cuando me suba al coche será cuando verdaderamente se cumpla mi sueño. He firmado con el equipo, estamos preparando todo con un programa intenso con el simulador y tendré que aprender muchas cosas.

¿Qué espera para esta temporada?

Aprender al máximo.

¿Por qué ha sido usted la elegida y no otros pilotos?

Porque, y es lo principal, Lotus quería una mujer, y porque el año pasado cumplí mi tercer año en la GP3 y no ha habido otra mujer en Europa que haya hecho eso. Además, me he sacrificado y he trabajado lo que se requería para estar donde estoy.

¿Qué opina de las críticas de otros pilotos recelosos de su nombramiento?

Hay mucha competitividad, la Fórmula 1 es un mundo muy reducido, hay muy pocos volantes para pilotar y para los probadores.

¿Las entiende?

Bueno, no a todo el mundo le puedes gustar, así que al final las respeto y no entro en eso. Me da igual lo que me digan, porque siempre habrá cosas buenas y cosas malas cuando estás expuesta.

¿Cree que se le va a juzgar más que a otro piloto?

No. Yo tengo una meta: ser la mejor mujer en automovilismo. Actualmente, hay una mujer por delante de mí —Susie Wolff, tercer piloto de Williams—, siempre me he fijado en ella y mi objetivo es hacerlo igual o mejor que ella. No quiero crear falsas expectativas.

¿Qué aportará a Lotus?

Nos complementaremos mucho. Me ayudarán a crecer y a estar preparada para lo que venga.

¿Cómo es su día a día?

Ahora tengo más de todo: más viajes, más entrenamientos, más simulacros... Y tengo menos tiempo para mí, para estar con mi familia.

Hace nada del accidente de Alonso y en el recuerdo está lo de María de Villota. ¿Siente o ha sentido cierto miedo alguna vez?

La palabra lo dice: accidente. Es algo que nadie puede controlar. No tengo miedo. Nosotros sabemos lo protegidos que vamos y el control que tenemos del coche. A veces es más peligroso ir por la calle o por una carretera que por un circuito, donde hay mucha seguridad.

¿Qué opina su familia de su profesión?

Me apoyan mucho, sobre todo mi padre, que era piloto. A mi madre le cuesta más, porque no le gusta la velocidad, pero ya se acostumbrará.

¿Cómo es Carmen Jordá fuera de las pistas?

Creo que soy muy hiperactiva, luchadora, tengo mucha determinación por lo que deseo y soy una persona que piensa que todo se consigue con trabajo y esfuerzo.

¿Tiene glamour el paddock de la Fórmula 1?

Sí, por supuesto. Pero nunca está de más que una mujer le aporte su toque (risas).

¿Cuál es su ídolo?

Michael Schumacher.

¿Qué se siente a más de 250 km/h?

Que las cosas pasan muy rápido. Tienes que estar muy concentrada.

¿Qué le hace perder el control?

Lo pierdo cuando estoy muy contenta.

Ha hecho sus pinitos como modelo. ¿Prefiere el mono de trabajo o un vestido elegante?

El mono de trabajo, sin duda.

De no haber sido piloto, ¿qué habría sido?

Tengo muy claro que algo relacionado con el deporte.

BIO Carmen Jordá (Alcoy, 28/5/1988) es una piloto de automovilismo española, hija del expiloto José Miguel Jordá. Tras estar tres años compitiendo en la GP3, la alicantina se ha convertido esta temporada en la nueva piloto de desarrollo del equipo Lotus F1, con el cometido de trabajar con el simulador que en la base de Enstone, y con la posibilidad de pilotar a lo largo del año en alguna sesión de entrenamientos, su verdadero sueño.