Las cosas comenzaron sin embargo algo más equilibradas, con Thiago Motta donde se preveía la presencia de Andrés Iniesta para formar un centro del campo azulgrana más sólido.

La táctica del Espanyol, al que la derrota trunca también una racha positiva tras los apuros precedentes en la Liga, fue la previsible de cerrarse atrás y que, cuando se pudiese trenzar un contragolpe, Iván de la Peña conectase con Raúl Tamudo.

Para dicha de Miguel Angel Lotina, De la Peña y Tamudo tardaron poco en conectar, dos veces en el primer cuarto de hora, aunque sin las condiciones necesaria para que el capitán españolista pusiese en serio peligro a Valdés.

La clave era que el punta blanquiazul le ganaba con relativa facilidad la espalda a Oleguer Presas y que, al Barcelona, le costaba superar la línea defensiva del Espanyol.

La primera ocasión clara de gol la tuvo Juliano Belletti en el minuto 20, cuando se plantó solo ante Carlos Kameni y obligó al camerunés a demostrar por primera vez que estaba tan motivado como en el último derbi del pasado año, cuando se convirtió en protagonista del partido del Camp Nou.

Belletti, cuando menos, mostró el camino a sus compañeros, pero también Kameni a los suyos, a los que contagió su concentración para abortar los ataques rivales.

Uno de esos jugadores blanquiazules con máxima motivación fue Armando Sá, que se impuso durante toda la primera mitad en su particular duelo con el mejor futbolista del mundo, Ronaldinho.

Al brasileño sólo le quedaban acciones a balón parado, como la que protagonizó en el minuto 44 en forma de ejecución de falta, pero ahí apareció Kameni para desviar el balón en nueva acción espectacular.

Al Barcelona únicamente le restaba un recurso, consciente de que la intensidad de la lluvia había aumentado hasta tal punto que hacía prever dificultades para hilvanar jugadas en la segunda mitad.

Ese as en la manga era el de la proverbial fortuna de Deco en lanzamientos desde la frontal y el brasileño, aunque nacionalizado portugués, no falló a sólo un minuto para el descanso.

Carlos Kameni ya no pudo contra ese nuevo arma azulgrana, falló y permitió que el líder se fuese al descanso con una ventaja mínima pero de lo más interesante ante el deterioro del terreno de juego que se intuía en el segundo periodo.

La lluvia no paró durante el descanso y, aunque con un tanto a favor, al Barcelona se le podían complicar las cosas en la reanudación a medida que el césped se pusiera pesado, algo que no sucedió.

La solución era resolver definitivamente antes de que las condiciones del terreno se complicasen definitivamente y, ahí, apareció el goleador Samuel Eto'o.

Eto'o tiró de su conocida velocidad con el balón conducido cuando tan sólo habían transcurrido dos minutos de la segunda mitad para saldar la cuenta que mantenía con su compatriota Kameni desde el último derbi y encarar definitivamente el decimoquinto triunfo consecutivo del Barcelona.

El partido parecía finiquitado cuando Miguel Angel Lotina introdujo los cambios de Corominas y Juanfran por Luis García y Zabaleta que, en principio, variaban poco el sistema del equipo.

Sin embargo, la imagen del Espanyol cambió para lanzarse con mayor convicción al ataque y, con media hora todavía por delante, Raúl Tamudo concretó esta nueva actitud en un gol que le daba de nuevo vida al encuentro.

Los españolistas siguieron apretando, a riesgo de verse sorprendido por una contra de un Barcelona que había perdido a Deco, conmocionado por un choque hasta el punto de que los servicios médicos de su club optaron por enviarle a un hospital para descartar males mayores.

Eto'o, que necesita goles para mantenerse en la lucha por el 'pichichi' durante su ausencia para participar en la Copa de Africa, intentó protagonizar ese contraataque, pero Kameni, que compartirá presencia en la selección camerunesa con el delantero barcelonista, no parecía dispuesto a dejarse superar nuevamente por su compatriota.

El guardameta del Espanyol cumplió, pero no hicieron lo mismo sus delanteros y, al final, el Barcelona convirtió al rival ciudadano en su decimoquinta víctima consecutiva.