Los campeonatos de Europa sirvieron para constatar una realidad: el cambio generacional en el atletismo español es un hecho.

Comparando las actuaciones individuales con las de los últimos Europeos, los progresos españoles se hacen muy apreciables: 8 medallas (3 de oro, 4 de plata y 1 de bronce) por las 6 conseguidas hace dos años en Zúrich (2/1/3).

Y, lo que es más importante, en Amsterdam solo ha habido una medalla repetida respecto a 2014: la de Ruth Beitia en salto de altura. Nuevos referentes que llegan pegando fuerte y lo hacen para quedarse. Atletas jóvenes como Bruno Hortelano, Sergio Fernández, Ilias Fifa o Adel Mechaal o David Bustos representan un —necesario y demandado— cambio generacional que ya es toda una realidad. Se suman a otros nombres que llevan marcando desde hace meses el resurgimiento de nuestro atletismo como el la campeona de España de triple salto Ana Peleteiro, que no podrá estar en Río por lesión, o los de Jorge Ureña, Orlando Ortega y Manuel Olmedo, protagonistas recientes por lograr en sus disciplinas, heptatlón, 1.000 y 60 metros, respectivamente, récords de España.

"El relevo está asegurado", afirma categórico a 20minutos el director técnico de la Federación Española de Atletismo, Ramón Cid. En efecto, tras una "dura" travesía "por el desierto" que ha durado varios años, el atletismo español levanta cabeza y resurge con fuerza añadiendo nuevos valores a los éxitos de siempre, como los de Ruth Beitia, que con 37 años sigue dando alegrías al combinado español. "Se trata de intentar mantener los éxitos de los veteranos y que el nivel del atletismo español vaya aumentando con esta nueva generación".

Así, la velocidad, un sector que parecía resignado a darse de bruces eternamente contra las semifinales, ha encontrado un diamante pulimentado que, con su oro en 200 destierra tópicos y derrumba mitos sobre la inferioridad española en el esprint. Nadie, a lo largo de la historia del atletismo español, había pisado nunca una final internacional de velocidad, ni en 100 ni en 200, y en Amsterdam Hortelano estuvo en las dos, y no como simple comparsa agradecido por abrirse un hueco entre los mejores, sino batiéndose por las medallas en las dos. En 100 estuvo a 4 centésimas del podio.

El mediofondo remonta el vuelo con la plata de Bustos en 1.500 y en el fondo llegan refuerzos de nombres marroquíes. Cuando el mejor del 5.000, Jesús España, se ha pasado al maratón, Ilias Fifa y Adel Mechaal han logrado el segundo doblete español de la historia, llegando en la misma centésima a la meta. Y en 400 vallas, Sergio Fernández consiguió la medalla de plata con una marca de 49.06, solo por detrás del turco Yasmani Copello (48.98).

Sin olvidar los que no han conseguido medallas. "Por ejemplo, los lanzadores, que casi todos se han metido en la final, aunque luego no hayan estado bien en ellas; la pértiga... Me gusta mucho el perfil promesa", destaca Cid.

Un cambio que "se ha ido fraguando" en los últimos tiempos. "Una de las claves es que se está compitiendo muy bien. En estos últimos años, los jóvenes, las promesas están compitiendo estupendamente bien. Es un hábito que hay que marcar, la cultura del esfuerzo y la pelea".

Así, se ha conformado un equipo "muy europeo", que "cubre prácticamente todos los sectores" y que tiene un valor a destacar: su juventud. "Casi la mitad del equipo es Sub-25. Sergio Fernández y Álvaro de Arriba (finalista en los 800) son Sub-23, Bruno Hortelano tiene 24...".

Ramón Cid, director técnico de la Federación Española de Atletismo, describe a los deportistas emergentes que vuelven a situar al atletismo español en la primera línea de competición.

Bruno Hortelano (100 y 200). "Desde el punto de vista físico, es un talentazo. Además, ha tenido un proceso de muchos años muy competitivo. Formado en la universidad americana, corre muy bien, técnicamente es muy bueno, lee muy bien las carreras y su nivel de confianza es enorme. La irrupción de Bruno es muy buena para el atletismo".

Sergio Fernández (400 vallas). "Es buenísimo. Sin Bruno, el bombazo habría sido él. Tiene una planta excelente y una tipología perfecta para el 400. Su modelo rítmico se adapta muy bien para esa prueba. Y, desde luego, no era la segunda mejor marca, con lo que se demuestra que es muy competitivo. Es otro de los iconos de este cambio del que hablamos".

Ilias Fifa (5.000). "Ya tenía la mejor marca europea, todavía sin ser español. Parecía que era el que peor lo tenía en la prueba pero se lo curró para ganar. Tanto él como Adel tienen una tipología perfecta para esta disciplina y son muy competitivos".

Adel Mechaal (5.000). "Viene del 1.500, le vienen mejor los finales fuertes más largos, no las carreras lentas como la de Amsterdam".

Esther Guerrero (800). "Hay diferencia de género entre el equipo de chicos, que es bastante joven, y el equipo de chicas no lo es, pero quiero destacar a Guerrero. Aunque en edad —26 años— no representa a esta nueva generación, sí lo hace en actitud. Refleja ese espíritu de lucha, peleón, de mejora... Aunque no sea joven, sí que es relativamente nueva. Además, irá a los Juegos".

España compitió en el Olímpico de Amsterdam con 76 atletas, su segundo equipo más voluminoso de la historia, y consiguió su tercera mejor clasificación en el medallero: sexta, igual que en Atenas'82 y Helsinki'94 y solo por detrás de Múnich 2002 (segunda) y Gotemburgo 2006 (cuarta).

Atrás quedaron los años más oscuros que significaron los campeonatos de Barcelona'10 (6 metales), Helsinki'12 (5) o Zúrich'14 (6). Buenos resultados, que nada tienen que ver con los mundiales, donde España baja a nivel competitivo y de resultados. En 2015, solo Miguel Ángel López rascó medalla, la de oro en 20 km marcha; dos años antes, nuestros atletas lograron dos bronces; y en 2011, solo una: el bronce de Natalia Rodríguez en 1.500.

A pesar de acopio de moral que ha hecho España en Amsterdan a un mes de Río, en la Federación son conscientes de que los Juegos Olímpicos nada tienen que ver.

Por eso, Cid pide "cautela". "Estamos en Europa, que es nuestro sitio natural. Los Juegos son la bomba y serán otra cosa, como pasa en los mundiales, pero en Europa hemos estado muy bien", asegura el director técnico. "Pelearemos y con esta actitud estaremos mejor de lo que se podía prever hace un año o dos, veremos los resultados, pero nada que ver las expectativas con estos Europeos", indica.

"Más allá de las medallas, llevamos un buen equipo y no creo que lo hagamos mal. Será un equipo digno, cercano a los 50, y en cuanto a las aspiraciones, un poco heterogéneo. Unos llegarán con más opciones que otros", concluye Cid.