Se antoja tarea imposible, pero Fernando Alonso sólo piensa en la gran remontada en la segunda carrera de Fórmula 1 del año, en Malasia.

A pesar de que el KERS no le ha servido de nada, el asturiano puede que eche mano del -hasta el momento- inservible sistema para una remontada imposible que le haga llegar hasta los primeros puestos tras el fiasco de ayer en la sesión de clasificación. De no proporcionarle buenos resultados, Renault podría 'despedir' al nuevo sistema incorporado esta temporada.

Las apuestas dan confianza al asturiano, pero los favoritos indiscutibles son los Brawn, tanto en seco como en mojado. Sólo Toyota les hace sombra. Además, Alonso no está "al cien por cien", debido a la medicación por su problema de otitis.

Pero la carrera es otra cosa. Y lo es por la previsión de lluvia que anunció la FIA y que se está cumpliendo (llueve intermitentemente sobre el circuito de Sepang). La lluvia puede cambiarlo todo.

La batalla está servida. Alonso reconoció haber sido "suicida" para lograr una novena posición que sabe a poco. En esa batalla quedaron atrás Hamilton y Massa. Hoy será la guerra.