Álex Márquez dio un tremendo susto durante los entrenamientos libres del GP de Japón de Moto2. El pequeño de los Márquez se produjo una pequeña fisura en el hombro izquierdo, tras sufrir un fuerte accidente al final de la primera tanda.

El piloto perdió el control de su moto, justo al final de la sesión, cuando enfilaba la salida de una curva a derechas. Al dar 'gas', pisó ligeramente el piano exterior de la variante, y la trasera le dio un fuerte latigazo, mandándole por los aires.

Aunque el piloto se levantó por su propio pie tras el golpe, se acabó tendiendo en el césped para que los comisarios le retirasen en camilla. Pese al fuerte dolor inicial por la caída, los médicos han confirmado que es apto para disputar el resto del fin de semana, ya que no tiene rotura, sino una fisura que, pese a ser muy molesta, no le impedirá rodar con normalidad.

La imagen de la moto ardiendo fue más espectacular que grave, al menos para él. Los comisarios se apresuraron a apagar el pequeño incendio, antes de que fuera a más, y no afectó a la disputa del resto de la jornada.

Márquez se siente "mejor de lo esperado" de la fisura, confesó a Movistar+. "Me ha molestado ma's un golpe que tengo en la lumbar, y el hombro un poco en los cambios de dirección. Espero que el sábado vaya mejor y el domingo aún mejor. Iré a un hospital aquí al lado para hacer más pruebas, pero me siento bastante bien. Ahora mucho fisio, hielo, y a ver si el hinchazón no va a más", deseó.

Márquez ha asumido la culpa del accidente: "Ha sido totalmente un error mío, porque no era necesario tomar tantos riesgos en esas condiciones. He abierto mi trazada y estaba un poco mojado, con lo que he salido volando por los aires. Afortunadamente, estoy bien".