El mundo del tenis ha vivido este viernes uno de sus episodios recientes más llamativos y desagradables en el torneo ATP Dubái 2024. El tenista ruso Andrey Rublev, segundo favorito, fue incapaz de gestionar sus emociones (una vez más) en plena semifinal y fue descalificado "por conducta antideportiva" con uno de los jueces de línea de la pista, en el duodécimo juego del tercer set que disputaba ante el kazajo Aleksander Bublik.

El moscovita, que ya ha protagonizado escenas de este estilo en otros torneos pero siempre sin un castigo severo en contra, reaccionó de forma visceral a una decisión arbitral que no le gustó; cruzó la línea y tuvo que abandonar el partido y el torneo. El campeón de 2022, finalista el año pasado, le gritó con mucho enojo a un juez de línea a escasos centímetros del rostro, por lo que la juez de silla, la alemana Miriam Bley, decidió expulsarle del partido y dar por ganador a su rival.

El partido se encontraba en su punto álgido, con un tercer set emocionante precedido de una igualdad de condiciones total, y 6-7(4), 7-6(5) y 6-5 para el kazajo en el marcador. Cada uno contaba con un 'tie break' a su favor, y ese tercer set parecía embocado a decidirse de nuevo en la manga de desempate, aunque Bublik venía remontando después de que Rublev desperdiciase una ventaja de 4-2 y tres bolas de break (0-40) y sacaba para firmar ese 6-5 fatídico para el ruso, muy frustrado y rabioso.

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Una decisión del juez de línea en pleno punto fue lo que desencadenó la furiosa reacción de Rublev, que encaró a uno de los jueces de línea, apenas centímetros de su cara, y comenzó a gritarle, enfurecido, reclamándole que una de las bolas de su rival se había marchado. No contento con ello, comenzó a insultar en su lengua natal al mencionado juez de línea, pero ese fue el error que le costó la descalificación.

Rublev, poseído y fuera de sí, no fue capaz de imaginar por un momento lo que estaba por suceder. Apenas instantes después de gritarle al juez de línea, el supervisor del torneo se acercó a él no solo para calmarle, sino para comentarle que otro de los jueces de línea había identificado sus palabras ya que era capaz de hablar ruso. En concreto, detectó insultos como "jodido idiota", con los que se refirió Rublev al juez.

La discusión pasó a ser con el juez de silla, al que el ruso le negó por activa y por pasiva que hubiese empleado expresiones obscenas o hirientes. Rublev se explicó, señalando que primero había hablado en inglés para luego volver a puntualizar que ni mucho menos le había dedicado esas palabras. Bublik, mientras tanto, observaba absolutamente atónito y sin dar crédito como el partido caía de su lado con la descalificación de su oponente.

Algunas personas intentaron identificar y verificar la versión de unos y otros, y por lo que se puede escuchar en el vídeo cabe la posibilidad de que Andrey Rublev hubiese empleado esas palabras para referirse a su propia situación en el partido, no al juez. No fue una explicación válida, y no le quedó más remedio que aceptar la decisión de expulsarle. Una decisión que, más allá del daño a su reputación, le deja sin final, ni puntos ATP, ni premio monetario (más de 150.000 euros) ni su puesto en el top 5 del ránking mundial.

El ruso, ganador este año en Hong Kong y con quince títulos y nueve finales en su historial, fue descalificado por falta de respeto al línea y por un comportamiento desdeñable e impropio de un deporte como el tenis. Bublik, en cambio, disputará su primera final de la temporada ante el ganador del choque entre el ruso Daniil Medvedev y el francés Ugo Humbert.