El Bayern de Múnich ha sido sancionado este jueves por la UEFA con la prohibición de no vender entradas a sus aficionados para el próximo partido como visitante en competición europea. Un hándicap al que tendrán que hacer frente por culpa del comportamiento de sus propios aficionados en el duelo de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones ante la Lazio italiana el pasado 14 de febrero.
Además de caer derrotados ante el conjunto romano por 1-0 con la polémica expulsión de Upamecano (que no estará por tanto en la vuelta), el Bayern tuvo que soportar la conducta de sus seguidores más radicales, que se dedicaron a lanzar objetos al terreno de juego y a encender bengalas durante el choque, llevando la contraria a la normativa de la UEFA.
"Por el encendido de bengalas y el lanzamiento de objetos, prohibimos al FC Bayern vender entradas para sus seguidores visitantes para su próximo partido de competición de clubes de la UEFA", informó la entidad atendiendo a su la medida disciplinaria impuesta por su Órgano de Control, Ética y Disciplina.
Además, la entidad bávara deberá afrontar una multa de 50.750 euros por esos lanzamientos de objetos al campo y el encendido de bengalas por parte de los aficionados del Bayern en el duelo de octavos en Roma. Por lo tanto, si el conjunto muniqués logra remontar a la Lazio, en cuartos de final no podrá contar con sus aficionados en el partido que se juegue fuera de casa, sea donde sea y sea contra quien sea.
Noticia positiva para los equipos españoles, o al menos para aquellos que logren pasar de ronda, ya que el Bayern y la afición alemana suelen ser peligrosos y ruidosos, especialmente en estas instancias de la Champions. Sin sus seguidores y observando la deriva del equipo dirigido por Thomas Tuchel, el Bayern es menos Bayern.
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