La violencia en el fútbol español volvió a ser, por desgracia, protagonista este fin de semana en la multitudinaria pelea al término del duelo entre el Mensajero y la Agrupación Deportiva Llerenense, partido que dejó una vergonzosa imagen de un niño tratando de detener a su padre, quien invadió el césped para agredir a un rival.

Ocurrió tras el pitido final del duelo entre el equipo de la isla de La Palma y el combinado pacense, cuando un grupo de aficionados del equipo isleño invadió el terreno de juego para recriminar varias acciones al colegiado y a los jugadores rivales. 

En ese instante, algunos de esos aficionados también trataron de golpear a los jugadores del Llenerense, entre ellos uno identificado como Alfredo Pérez, trabajador de la cantera del club, al que se puede ver agarrado por su hijo menor de edad durante el careo con uno de los futbolistas rivales.

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Tras los lamentables hechos acontecidos en el césped, el club compartió un comunicado en el que condenó la actitud de sus aficionados, pero en el que no anunció medidas relativas al empleado de la entidad involucrado.

"El Club Deportivo Mensajero quiere condenar los hechos acaecidos tras el encuentro disputado ante la AD Llerenense, correspondiente a la 24ª jornada del Grupo V de la Segunda RFEF. Una vez finalizado dicho partido, varios aficionados saltaron al terreno de juego, cosa que el árbitro del choque registró en el acta. La directiva repulsa cualquier conducta violenta de esta u otra índole y trabaja internamente en la erradicación de este tipo de prácticas, que no van acorde con los valores que se promueven desde el club". 

Hasta ahora se desconocen las posibles sanciones, que pronto serán impuestas y anunciadas por el organismo competente de la competición.