El futbolista brasileño Dani Alves ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por una agresión sexual a una joven en un lavabo de la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022.
La sentencia incluye un atenuante de reparación del daño debido a que el brasileño ingresó 150.000 euros a la víctima antes del juicio –cantidad que ha sido fijada como indemnización por daños morales– y también estipula que, una vez salga de prisión, deberá pasar cinco años en libertad vigilada. Además, le impone una orden de alejamiento de la denunciante durante nueve años y medio.
Los magistrados consideran que, aunque Alves estaba obligado a depositar una fianza de los citados 150.000 euros, "el hecho de que haya indicado que solicita que esta cantidad le sea entregada a la víctima con independencia del resultado del juicio, expresa una voluntad reparadora que tiene que ser contemplada como una atenuante".
Dani Alves también está condenado por un delito de lesiones a una multa de 9.000 euros. Dado que lleva ya 13 meses en prisión provisional desde que fue detenido, estos computan para el cumplimiento de la condena que ha recibido, por lo que le quedan tres años y cinco meses de condena por cumplir.
La Audiencia de Barcelona comunicó este jueves la sentencia a todas las partes de la causa y al propio jugador, que fue trasladado de prisión para recibir la sentencia, en la que la Fiscalía había reclamado una condena de 9 años de cárcel y la acusación particular, que ejerce la denunciante, de 12.
Acreditada la violación
La sala, que rechaza el atenuante de embriaguez planteado por la defensa, concluye que se ha acreditado que Alves, haciendo "uso de su mayor fuerza", cogió "bruscamente" a la víctima, la tiró al suelo y, evitando que se pudiera mover, la violó, "pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir".
Según la Audiencia, al encontrarse la víctima en un pequeño aseo sin posibilidad de salida, al impedírselo Alves, y ante la "actitud violenta" que este mostraba, "se sintió impresionada y sin capacidad de reacción, llegando a sentir que le faltaba el aire dada la situación de angustia y terror".
La sala no alberga "ninguna duda" de que se produjo la violación y de que Alves utilizó la "violencia", ya que el relato de la víctima respecto de lo que ocurrió ha sido "coherente y especialmente persistente" y además se ve apuntalado por "suficientes" pruebas periféricas, como las lesiones que sufrió en una rodilla.
El consentimiento
La sentencia remarca que las actitudes de flirteo "o incluso la existencia de insinuaciones no suponen dar carta blanca a cualquier abuso o agresión que se produzca con posterioridad".
"Ni que la denunciante haya bailado de manera insinuante, ni que haya acercado sus nalgas o que incluso haya podido abrazarse al acusado, puede hacernos suponer que prestaba su consentimiento a todo lo que posteriormente pudiera ocurrir", añade.
Beneficiado
La inicial ley del 'solo sí es sí' de la exministra Irene Montero, vigente en diciembre de 2022, le ha permitido al futbolista brasileño beneficiarse de una condena de cuatro años y medio de cárcel porque rebajaba la pena mínima por el delito de agresión sexual, que ahora vuelve a ser de seis.
Para fijar la condena a Dani Alves, al que aplica el atenuante de reparación del daño –los 150.000 euros abonados a la víctima–, la Audiencia de Barcelona se ha basado en el marco punitivo más favorable para el acusado: los artículos 178 y 179 del Código Penal, de acuerdo con el redactado inicial de la ley del 'solo sí es sí', antes de que fuera reformada posteriormente.
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