El Barça desaprovecha una oportunidad de oro para aprovechar las derrotas de Atlético de Madrid y Girona empatando 3-3 frente a un Granada que perforó con demasiada facilidad la portería azulgrana, defendida por un Ter Stegen a quien el ritmo de competición aún le queda lejos. 

La más que evidente nota positiva para el Barça fue Lamine Yamal, que anotó un doblete, incluyendo un golazo que acabó salvando un punto para los culés. El canterano fue, de nuevo, el mejor jugador del partido, y le dio por enésima vez la razón a Xavi, que acabó desquiciado. 

Fue valiente el uruguayo Alexander Medina en Montjuïc. Planteó un encuentro rocoso, con una defensa de cinco pero sin renunciar a presionar hombre a hombre la salida de balón del Barcelona, que jugó de inicio con Pau Cubarsí e Íñigo Martínez, dos centrales con buen pie, además de Marc-André ter Stegen, que regresaba tras tres meses en el dique seco por una lumbalgia.

Los locales se avanzaron con un tanto de Lamine Yamal tras trenzar la primera jugada colectiva. De Jong puso el balón a Cancelo, que desde la banda izquierda sirvió un caramelo al delantero catalán que conectó el balón con la bota diestra en el segundo palo para batir a Batalla.

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Perdonó el Barça y se cumplió el tópico: del 2-0 se pasó al 1-1, obra de Ricard Sánchez, que remató de primeras un centro del uruguayo Facundo Pellistri, que culminó su excelente primer tiempo con una asistencia.

La banda izquierda azulgrana hacía aguas en la segunda mitad, y lo aprovechó Pellistri para poner el miedo en el cuerpo de los azulgranas con un remate que salvó Ter Stegen con la cara. En la siguiente jugada, en otro descalabro defensivo de los locales, Uzuni se aprovechó de la indecisión de Cubarsí para regalar el segundo al delantero uruguayo, que se desquitó del mano a mano anterior.

Tres minutos tardó el Barcelona en empatar a dos. Triangularon Cancelo y Gündogan, que sirvió el balón de cara a Lewandowski para resolver con solvencia ante Batalla. Era la décima asistencia del alemán en lo que va de temporada.

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Pese al gol, no frenaron la sangría atrás los de Xavi Hernández. Sin tensión ni orgullo competitivo para salvar un partido contra el penúltimo clasificado, su rival lo tuvo tan fácil como encontrar Maouassa en la banda, que centró un balón preciso rematado por Ignasi Miquel con la testa para marcar el tercero para los andaluces.

Cuando más tocado de muerte parecía el Barça, Lamine Yamal se inventó un zurdazo que despertó a sus compañeros y al voluntarioso público de Montjuïc. Anotó el internacional español el tercer tanto en LaLiga, todos ellos contra el mismo rival: el Granada.

Lo intentó hasta el final el equipo azulgrana. Pero sin fútbol fue incapaz de ganar al Granada, que encadena cinco duelos directos contra los azulgranas sin conocer la derrota. El equipo andaluz sigue lejos de la salvación, pero demostró orgullo contra un gigante que ya sabe cuál su objetivo en LaLiga: lograr el billete para la próxima edición de la Liga de Campeones.