La gran figura de la NBA este año sigue siendo Luka Doncic. El esloveno maravilla al mundo cada vez que sale a la pista y hace tan solo unos días consiguió romper un nuevo récord al anotar 50 puntos ante los Suns, la tercera mayor anotación de la historia de la competición en la jornada de Navidad, igualando a Rick Barry y alcanzando los 10.000 puntos en su carrera en la NBA con solo 358 encuentros.
Tras esa exhibición, Doncic firmó otro gran partido en la madrugada de este jueves, que finalmente no pudo frenar la derrota de los Dallas Mavericks frente a Cleveland Cavaliers. 39 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias del esloveno no fueron suficientes, pero dejó algún que otro detalle como acostumbra.
En el primer cuarto, cuando los Mavs todavía iban 13 puntos por delante de su rival, Luka dejó un pase que maravilló a todo el pabellón. Se adentró, hizo el amago de tirar hacia canasta y, medio de espaldas, se la puso a Seth Curry para que anotase un triple.
"Es un puto genio", afirmaba el comentarista de la retransmisión, mientras los espectadores del encuentro se levantaban con los brazos abiertos y enloquecían con lo que acababan de ver, a la par que Luka Doncic y Curry sonreían sin parar.
Sin embargo, esos momentos de felicidad duraron poco en el esloveno y sus compañeros. A falta de seis minutos para acabar el último cuarto, los Mavericks marchaban con nueve puntos por delante, pero los Cavaliers se pusieron las pilas y dejaron al equipo del esloveno sin anotar durante cinco minutos para dar la vuelta al marcador.
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