Más de 200 días llevaba Ja Morant sin pisar una cancha de la NBA por su sanción de 25 partidos por su actitud fuera de la pista —hasta en dos ocasiones apareció con un arma de fuego en redes sociales—, pero en su regreso, fue como si el tiempo no hubiera pasado. El base volvió por todo lo alto con unos números de escándalo y una jugada bestial sobre la bocina para anotar los puntos de la victoria de los Grizzlies ante los Pelicans (113-115).

"Fue el final perfecto, el día perfecto, regresar y lograr el tiro ganador", confesó el protagonista tras la conclusión del partido. "Me preparé para esto durante casi 8 meses, tenía confianza en mi trabajo", añadió. Y esa confianza se tradujo en unos registros de récord para un jugador que volvía a jugar tras una ausencia de 25 partidos o más: 34 puntos, seis rebotes y ocho asistencias.

Titular en el quinteto de Taylor Jenkins, Morant metió 27 de sus 34 puntos en la segunda mitad y 13 de ellos en un monumental cuarto período, en el que llevó al límite a la defensa de los Pelicans con su agilidad, rapidez y sus jugadas acrobáticas.

Ganó el partido para los Grizzlies con una maravillosa jugada ante Herbert Jones, dándose la vuelta en la pintura y conectando el tiro cuando la campana ya marcaba el final para poner la guinda a una actuación sobresaliente. 

Fue una derrota inesperada para los Pelicans, que tenían 24 puntos de ventaja en el segundo cuarto, con CJ McCollum excelso que dirigió a su equipo con 12 puntos en un demoledor parcial de 28-2. Pero todo cambió después del descanso, cuando Ja Morant disparó su nivel tras haber firmado siete puntos en los primeros dos cuartos.

Para el tercer parcial, los Grizzlies se acercaron a siete puntos (64-71) como aviso de lo que se venía, mientras New Orleans resistía para llegar al último periodo con 10 puntos de margen gracias a 15 puntos de Brandon Ingram y a unas excelentes jugadas de Zion Williamson.

Pero ya nada podía parar el empuje de los Grizzlies, que en el cuarto tiempo firmaron un parcial de 10-0 que les dejó en 96-92. Ahí fue cuando Morant llevó al límite a la defensa de los Pelicans. 

Una canasta suya subió el 111-109 al luminoso y dio la primera ventaja a los Grizzlies desde el segundo período. Hubo intercambio de golpes entre ambos equipos y los Grizzlies, con 9.6 segundos por jugar y 113-113 en el marcador, pidieron tiempo muerto para dibujar la jugada: balón para que hiciese magia Morant, que encaró Jones, se dio la vuelta en la pintura, y selló la canasta de la victoria para certificar un regreso de ensueño para él y los Grizzlies.