El Real Madrid firmó un pleno de victorias en la fase de grupos de la Champions después de ganar 2-3 al Unión Berlín este martes. Sin embargo, tras ese partido dejó en evidencia, otra vez, cual es la asignatura pendiente del equipo de Ancelotti esta temporada.
En el minuto 45, justo antes del descanso, el colegiado pitó penalti por mano de Diogo Leite y Luka Modric se dispuso a lanzarlo. Sin embargo, el croata lo tiró al centro de la portería y el portero Ronnow, aunque se tiró hacia el palo derecho, pudo pararlo. El centrocampista falló el penalti y el Real Madrid continúa sin marcar desde los once metros.
De los cuatro penaltis que ha disfrutado el equipo de Ancelotti, no ha convertido ninguno. La mala estadística arrancó ya en pretemporada, cuando Vinícius estrelló el balón al larguero ante el Barça en el Clásico de Estados Unidos.
A ese fallo le siguió el del otro brasileño del equipo. Rodrygo no materializó ante el Celta después de contradecir la decisión de Ancelotti, que quería que lo tirara precisamente Luka Modric. Y en el enfrentamiento ante Osasuna, ya con una abultada goleada en el marcador, Sergio Herrero paró el lanzamiento de Joselu.
Según se ha ido viendo partido tras partido, el Real Madrid no tiene un lanzador de penaltis predeterminado. De hecho, el propio Ancelotti lo explicó en septiembre: "Depende de los partidos. El primero es Joselu, el segundo es Modric y el tercero Vinicius".
El fallo de Luka Modric es el primero que tiene el Real Madrid desde el punto de penalti en Champions desde hace nueve años, cuando en 2014 el portero del Ludogorets detuvo un lanzamiento de Cristiano Ronaldo.
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