La quinta jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League nos dejó este marte la imagen más polémica del año. El Paris Saint-Germain perdía ya en el descuento en el Parque de los Príncipes por 0-1 frente al Newcastle y su supervivencia en el torneo pendía de un hilo, pero en el minuto 98 un penalti a favor lo cambiaba todo.
Una pena máxima polémica como pocas porque fue tan evidente que es inexplicable el error. Ousmane Dembélé colgó un balón a la desesperada que rebotó en el abdomen de Tino Livramento, lateral de las 'urracas', y después rozó su brazo abierto. Un lance del juego que el VAR le señaló y ratificó al polaco Szymon Marciniak incluso cuando consultó el monitor y las repeticiones, yendo en contra del propio reglamento.
El árbitro que dirigió hace un año la final del Mundial de Qatar entre Argentina y Francia, y la final de la pasada Liga de Campeones entre el Manchester City y el Inter Milán decretó pena máxima, y Kylian Mbappé anotó el gol de la sospecha, el que huele a prevaricación e intencionalidad por parte del colectivo arbitral para 'echar una mano' al PSG como muchas voces señalan desde Inglaterra con indignación, aunque nada es demostrable.
Lo que sí indica que hubo alguna anomalía es la decisión posterior de la UEFA, que ha relevado de sus funciones en el VAR a Tomasz Kwiatkowski para el Real Sociedad - Salzburgo de este miércoles después de haber desempeñado un papel más que cuestionable desde la sala VOR en París la pasada noche. Un problema menos para el conjunto vasco, que ya está en octavos y quiere pelearle al Inter la primera plaza del grupo D.
El colegiado polaco será sustituido por el alemán Marco Fritz, nuevo encargado del VAR en el partido que esta noche tendrá lugar en el Reale Arena. Fritz estará acompañado a su vez por el turco Alper Ulusoy, y juntos deberán asistir al encargado de dirigir el choque sobre el césped, el ucraniano Mykola Balakin.
Comentarios