El juez de la Audiencia Nacional que investiga a Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por el beso que le propinó en la boca a la futbolista Jenni Hermoso en la final del Mundial femenino, ha ofrecido este jueves a la jefa de prensa de la selección femenina de fútbol, Patricia Pérez, que denuncie las presuntas coacciones que dijo haber sufrido en su testifical.
En su comparecencia como testigo, Pérez apuntó presiones durante una reunión de integridad que se celebró en la sede de la RFEF, al volver del Mundial, y en la que se trató la polémica suscitada por ese beso. Asistieron tanto Rubiales como su padre y, según apostilló Pérez, también acudió Luis de la Fuente, seleccionador masculino. Por eso, el magistrado titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Francisco de Jorge, ha optado por dar este nuevo paso de ofrecimiento de acciones a pocos días de que se celebre la declaración de la propia Jenni Hermoso.
De la Fuente matizó en su declaración que, si bien ese día estaba en la sede de la RFEF, en realidad se encontraba preparando otros asuntos en un despacho contiguo al del presidente, y que para acceder debía pasar sin alternativa por esa reunión en la que estaba Pérez. Así, desmintió haber participado en la misma.
Las presuntas coacciones a Pérez en esa reunión encontraron sustento, más allá de en su declaración, en lo declarado por el responsable de 'compliance' de la selección, Javier Puyol. Éste explicó ante el juez que la jefa de prensa fue presionada en la reunión de integridad que se celebró en el RFEF tras la polémica del Mundial.
Cabe recordar que, de forma voluntaria, Pérez entregó al magistrado información y datos contenidos en su teléfono móvil al acabar su comparecencia. Ahora, y con el ofrecimiento de acciones por parte del juez, deberá acudir de nuevo para indicar si quiere finalmente formular denuncia.
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